El que sigue haciendo el ridículo es el ex presidente de México, Vicente Fox Quesada, cuya decadencia personal y política da pena ajena.
El político que hizo historia por sacar al PRI de Los Pinos en el año 2000 ahora, como hizo en 2012, promueve al candidato del mismo PRI a la Presidencia. Hace seis años lo hizo con Enrique Peña Nieto. Ahora apoya a José Antonio Meade.
Para justificarse, el locuaz ranchero que hace unos meses grabó un video para proponerse como candidato a la Presidencia de Estados Unidos (háganos el rechingado favor) afirma que no es al PRI sino a su candidato a quien apoya. Como si pudiera deslindarse el abanderado de las siglas y el proyecto que va representar. La esquizofrenia a todo lo que da.
Pero más allá de la lástima que provoca Fox, cuya contribución histórica fue lanzada al basurero por él mismo, aquí el punto es que Meade no pudo buscarse peor “publicista” o “promotor”. Con sus burradas, es mucho más lo que le resta que lo que podría aportarle el guanajuatense al virtual candidato priista.
¿A quién se le ocurrió semejante ideota?
