Fox y la bipolaridad política

El caso de la bipolaridad política del ex presidente Vicente Fox está verdaderamente para un tratamiento psiquiátrico.

Después de que durante toda la campaña llamó a votar por el candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade, en función de sus pactos con el peñismo, ahora fue a sumarse al candidato panista, Ricardo Anaya Cortés, al que incluso fue a darle un recibimiento en el aeropuerto de Guadalajara.

La verdad, flaco favor le hace al abanderado panista. La figura de Fox lo único que genera de un tiempo a la fecha, además de lástima hacia un hombre que desperdició su oportunidad histórica para transformar al país, es repudio, por chaquetero y hocicón.

Martita debería bajarle la dosis de toloache. Lo dejó hecho una piltrafa.