Tan sólo en el tema del gasoducto se han registrado posturas completamente radicales, la del alcalde en turno Américo Zúñiga Martínez y la del electo, Hipólito Rodríguez. La información y la desinformación; la responsabilidad como autoridad municipal y el sensacionalismo del entrante retrata lo que significa el deber ser y el no poder, todavía, ser. Suena irresponsable intentar echar abajo una acción ya discutida y asumida de manera colegiada y abierta por el Cabildo xalapeño.
