Si México, con toda la dignidad de suyo elogiable es de los países más corruptos del mundo, no nos debe causar ninguna extrañeza ni asombro, así se nos considere cuando el presidente Peña presumió, en su momento de los gobernadores de Veracruz, Chihuahua, Quintana Roo, etcétera, por el nuevo orgullo del priismo, ahora, con la imposición de un no miembro de su partido a la presidencia de la República de apellido Meade, ha de pensar lo mismo, habida cuenta que no existen escrúpulos.
Ahora que se han renovado las 212 presidencias municipales de la entidad veracruzana donde ya se cuenta con un partido ajeno a los existentes en el pasado como MORENA, se podrá saber que camino se seguirá cuando los 17 morenistas de los municipios más importantes revelen que se comieron los integrantes de esas comunas que, presumiendo, como siempre servir a las comunidades, solo sirvió para su enriquecimiento personal.
Por lo pronto se sabe que el expresidente de la capital del Estado, Américo Zúñiga Martínez, y con él los demás integrantes de la comunas, se fueron cabezones con los presupuestos que manejaron, pues desde que la Suprema Corte de Justicia, con el ascenso del panismo al poder determinó que los ayuntamientos podían y pueden manejar sus presupuestos con independencia, así que se impusieron los sueldos más vergonzosos de la historia del país.
En las nuevas comunas que ahora emergen, se verá si en la primera reunión de cabildos se actúa con la prudencia debida, pues el presidente de Xalapa, del partido MORENA, ha determinado que no cobrará- no despachará con la cuchara grande- de los doscientos mil pesos mensuales de su antecesor, al igual que los regidores, sino que solo setenta y cinco mil pesos o menos, al igual que sus compañeros de aventura, es decir, se actuará con austeridad juarista.
Hasta hoy, no se conoce cuanto se impuso el gobernador preso Javier Duarte de sueldo, como tampoco Miguel Yunez Linares no ha dicho esta boca es mía, por aquello que la abundancia es compartida, así es que vivimos en la opacidad más amplia y solo se conoce de las miserias que se han rescatados de los hoy perdonados, pero que ni por asomo se alcanzarán los 45 millones de pesos que Videgaray y Meade, con autorización del presidente Peña enviaron a los gobernadores saqueadores, pues no hay que olvidar que las finanzas en los gobiernos se manejan en palacio, así que ninguno de los tesoreros o secretarios de hacienda tienen ninguna responsabilidad, pues solo acataron las ´órdenes de sus jefes y cumplieron cabalmente con ese deber legal.
La reforma al artículo 124 constitucional que obligó a que nadie puede ganar más que el presidente de la república no ha servido de mucho, pues como se verá uno es el sueldo y las compensaciones y gratificaciones no se incluyen, ya que tal parece que salió peor el remedio que la enfermedad y así ha sucedido con las contralorías que en lugar de contribuir a combatir la corrupción ahora se estima de mejor forma, así es que más leyes, ayudan a empoderar la impunidad con ello la complicidad.
Pero la suerte está{a echada, de ahí que hay que esperar el tan soñado cambio, porque si no se logra , a nadie se le arriendan las ganancias y menos para aquellos se han enriquecido, porque serán presas de la delincuencia que, organizada o no , está cada vez más fortalecida si la miseria no se detiene.
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