El nuevo gobierno de Veracruz es como el reino al revés. A los buenos los ven como malos y a los malos ya casi los quieren santificar.
Por ello, no es casualidad de que una vez que llegó Cuitláhuac García Jiménez a la gubernatura, ya salió de la cárcel Mauricio Audirac, ex titular de Sefiplan y no duden amables lectores que en breve sean liberados más integrantes de la pandilla de Javier Duarte.
Y luego de enfrentar acusaciones de abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal, enriquecimiento ilícito y desaparición forzada, ahora Bermúdez Zurita ahora es casi puro y casto para Cuitláhuac y sus colaboradores, pues en lugar de pugnar para que continúen las investigaciones en contra del ex servidor público, ya lo están defendiendo.
Porque eso del “prietito” en el arroz que están tratando de encontrar en un bien recuperado, no es más que un distractor, cuando en realidad el actual gobierno debería profundizar en las pesquisas en contra del ex titular de SSP.
¿Quieren realmente los morenos hacerle justicia a las madres de los jóvenes desaparecidos? Pues deben castigar al principal autor intelectual de esos crímenes, en lugar de casi de ponerle una aureola de santo y al rato ex carcelarlo y casi decirle “usted disculpe”.
Pero si AMLO ya dijo que va a perdonar a los corruptos del pasado, pues en Veracruz ya comenzaron hasta proteger a los malos de la película. Vaya que sí es éste el reino al revés.
