Grilla contra auditor del Orfis, con tufo panuquense

Bastante obvia resulta la “campañita” orquestada contra el auditor general del estado, Lorenzo Antonio Portilla, a quien han pretendido involucrar en una supuesta entrega de sobornos para tapar las transas durante el sexenio de Javier Duarte de Ochoa.
Para empezar, resulta infantil pensar que en una operación de estas características se entregaran vales o recibos, y mucho menos que en los mismos los implicados dejaran estampada su firma acusando recibo. Es absolutamente risible.
Pero ya apareció el peine. El diputado neopanista Rodrigo García Escalante salió a declarar que el auditor del Orfis tendría que “renunciar” a su cargo en lo que se llevan a cabo las investigaciones.
Sin embargo, tal parece que lo que el diputado quiere, más que investigar supuestos actos de corrupción, es que le “abran cancha” a su papi, el ex contralor duartista Ricardo García Guzmán, quien anda sin chamba.
Lo chistoso es que “Rodri” García Escalante critique que durante el duartismo, de un año a otro el estado se hubiera endeudado sin que el Orfis dijera nada. ¿Pues a poco García Guzmán alguna vez abrió la boca sobre lo que pasaba en sus narices?