Vivimos un momento histórico en Veracruz, la alternancia política y el ajuste de los grupos políticos crea nuevos escenarios y circunstancias que influirán en el futuro de este estado y de sus millones de habitantes. Como es de esperarse en cualquier democracia.
Independientemente de ideologías, partidos políticos y las alianzas entre ellos, los habitantes que tenemos el derecho a votar, seguimos guiándonos en la esencia del liderazgo, que todas aquellas mujeres y hombres deberán en el extremo de los casos proyectar, para así poder influir en nuestra decisión y, lograr que nos inclinemos a sus respectivos proyectos.
¿Hoy en día existen los liderazgos reales?, en mi opinión no.
Los estudiosos del tema acerca de liderazgo y campañas políticas, han manifestado en base a estudios que, “lo que se ve es subjetivo, pero lo que percibes nunca lo es”. Por ello, “La percepción es la realidad”.
74 años A.C., Quinto Tulio Cicerón, hermano de Marco Tulio, manejó su campaña partiendo del siguiente conocimiento: que es más importante la apariencia del candidato que todas sus cualidades juntas.
En mi particular opinión, querido lector, he visto extraordinarios candidatos y malos gobernantes. Pésimos productos de campaña pero con capacidad y suficiente talento para desempeñarse en el cargo. Considero que todas esas mujeres y hombres talentosos, deben llevar al campo de batalla a sus mejores exponentes para salir airosos en la próxima contienda a las alcaldías y más aún, profesionalizar sus proyectos, antes, durante y después del triunfo.
Mi recomendación para todos ellos que quieren construir un futuro para sus municipios, es que consideren profesionalizarlo todo y no dejarse guiar por ocurrentes, por oportunistas y menos improvisados.
Los consultores políticos son una buena opción siempre y cuando sean serios. Existen también manuales básicos de campaña y libros que nos pueden dar pistas y herramientas útiles para llegar a la meta exitosamente.
Está demostrado históricamente, que el uso de las herramientas profesionales, en el ámbito político y empresarial en todo el mundo, rinde frutos. Y por supuesto, esto aplica incluso para las administraciones gubernamentales. Con esto se reduce la posibilidad de que los hombres fallen dentro un sistema. Recuerden la siguiente frase que muchos hemos escuchado pero pocos aplicado: “Lo que comienza bien, termina bien”.
