Inseguridad: ¿indiferencia o qué está pasando?

Np acabamos de recuperar la conciencia sobre los hechos violentos que han iniciado un periodo de “terror” en el país con el enfrentamiento del cartel de Sinaloa contra las fuerzas militares mexicanos, que provocaron la visualización del grave problemón que tiene México con la presencia de los grupos criminales vinculados al narcotráfico y la “extraña” visión del gobierno mexicano sobre ese asunto.

Polarizada la opinión pública, los politólogos, periodistas, analistas políticos, el propio gobierno del México, los grupos sociales de desaparecidos y la sociedad, todos desde sus perspectivas, vierten acaloradas opiniones, mentiras, medias verdades, irresponsables declaraciones tratando de minimizar y convencer a la sociedad de que no pasa nada, que yodo esta controlado y, sin embargo, las cosas, están peor o igual que los años pasados, desde aquel fatídico día en que el Presidente Calderón decide que las fuerzas armadas participen para poner orden y paz en el país.

Quizás la guerra dio inicio en un triángulo peligroso, porque no se conocía la potencialidad del enemigo, en este caso, el enemigo del Estado son los grupos criminales que se mataban en una guerra interna por el control de las plazas y del negocio de tráfico de drogas hacia estado unidos y por la proliferación del consumo interno de drogas en el país.

La guerra interna entre carteles es la que ha dejado, principalmente, los muertos de los propios delincuentes de las bandas contrarias, pero, con un elevado número de víctimas fatales y colaterales que han sido la sociedad civil, ajena a los conflictos, y los parientes y familiar de los integrantes de bandas que han sucumbido por las venganzas de esa lucha.

Las especulaciones sobre este caso no acaban de aclarase, por el contrario surgen nuevas hipótesis y explicaciones no pedidas sobre las causas violentas que se han desatado contra la ciudadanía, pero, que el Gobierno ha tratado de disminuir para dar una aparente tranquilidad a la ciudadanía que la violencia está controlada y que en breve se llegará a la tranquilidad, que no paz.

Con el supuesto “arreglo” en que se pactó la libertad de, Ovidio Guzmán López, los criminales del Cartel sinaloense se replegaron y se volvieron, nuevamente invisibles, mimetizándose con la sociedad, regresaron a su ilícita actividad luego de imponer la tranquilidad a fuerza de plomo y obtuvieron el respeto del Gobierno e incluso de sus rivales ante la demostración del poder del brazo armado.

Pocos días han trascurrido y el Caso Culiacán, pasa a ocupar el segundo plano, la opinión pública y el gobierno federal y todos los mexicanos, la opinión pública internacional dan un vuelco de 180 grados para ser observar y ser testigo del más horrendo crimen perpetrado contra el ser humano, donde mueren niños y mujeres mamás, victimas, a manos de infrahumanos, que es calificarlos como poca cosa, por no hallar una definición correcta para señalar a estos desquiciados que ejecutaron en una emboscada a inocentes, todos ellos de la familia Lebaron.

No hay forma de describir este horrendo crimen, pero, por lo que haya sido, nuevamente, aparecen las mentiras, verdades a medias, justificaciones estúpidas, ignorancias de los hechos por los Gobernadores de Sonora y Chihuahua, incapacidad del estado para responder a la sociedad mexicana, por un lado, e investigar el caso para dar respuestas de lo que pasó a los mexicanos, pero, también a la comunidad internacional, principalmente a los Estados Unidos de donde provienen los miembros de esa comunidad mormona que perdieron a 9 integrantes de esa familia, lamentablemente niños y tres mujeres que fueron ejecutados.

A esta fecha, lo único cierto es que los funerales ya se han llevado a cabo y el repudio a México por el miedo de lo que está ocurriendo, miedo que poco a poco se convierte en terror y que a medida que esto pasa, pronto la sociedad pedirá al Presidente de la República la intervención militarizada para que nos proteja, antes de que vuelvan a surgir grupos civiles urbanos de autodefensa, porque si el Estado no puede protegerte habrá que buscar cómo un ciudadano protege a su familia, su patrimonio y la vida propia.

El país quedó horrorizado por la crueldad de los asesinatos, horrorizado también por la incapacidad de los estados para responder.

La actual administración del Presidente AMLO, desde su inicio, decreto el final a la guerra contra el crimen organizado, o sea retira a los militares de las calles para dar fin al conflicto, sin embargo, el crimen organizado continua con la lucha interna y los crímenes van en aumento, muertes y el aumentos de grupos criminales demuestra un escenario de miedo en el país y que la guerra está lejos de terminar.

El nuevo cuerpo de seguridad institucionalizado por El Presidente AMLO, La Guardia Nacional, está constituido legalmente, pero, su operaciones contra el crimen no han funcionado, en sus primeras acciones, porque dicen los expertos que las estrategias contra el crimen no están completamente definidas y que su estrategia implica acciones con fuerza letal, lo que el gabinete de Seguridad Pública del Gobierno Federal quiere evitar, ante el creciente ambiente de terror en la sociedad.

El incremento de los asesinatos de la delincuencia organizado en los estados y la ciudad de México, por ejemplo, ante la pasividad del estado siguen provocando violentas acciones como la ocurridas recientemente en Cd de México, el asesinato en el Valle de Chalco, del alcalde Francisco Tenorio Contreras, o el lamentable asesinato del Diputado local del Congreso de Veracruz, Juan Carlos Molina Palacios, atacado y asesinado por un comando fuertemente armado.

Realmente no sabemos las pretensiones de las autoridades de negar la violencia e inseguridad, echarle la culpa a Calderón y la falta de estrategias y minimizar las muertes, pero, lo que sí sabemos es que la delincuencia es capaz de todo y decir todo es hacer más presencia es imponer el miedo para obligar a las autoridades a darle mayor autonomía para operar al margen de la ley, como un segundo estado con poder letal dueños de todo y todos.

Suburbio 1

Los logros que estaba logrando la SSP contra la delincuencia, se vieron opacado por el crimen del diputado.

fl.carranco@gmail.com