Los de la CNTE están queriendo jugar a las vencidas con el gobierno federal y esta apuesta de alto riesgo puede llevarlos a la ruina.
Concebidos como guerrilla urbana de corte radical de izquierda, han querido doblegar al Presidente deteniendo la salida de trenes desde Michoacán, como medida de presión para obtener prebendas y de paso, medirle el agua a los camotes.
Si bien es cierto hay un adeudo de sus percepciones, que es de índole estatal, también es cierto que simulando consultas a las bases magisteriales, se niegan a levantar el bloqueo con cualquier tipo de pretextos. Ya se les conoce, nunca estarán satisfechos y lejos de cambiar sus estrategias, las escalonan y llaman a sus compañeros de otros estados a hacer lo mismo.
Lo he han hecho hasta ahora es criminal. Han parado prácticamente la industria automotriz, a punto de haber desabasto de granos, harina, acero entre otros productos que ya registran pérdidas en esas industrias por alrededor de mil millones de pesos.
Pero también tienen sin clase a los niños de Michoacán.
El gobernador Silvano Aureoles en lugar de atender el problema prefirió viajar a Europa dejando el asunto al gobierno federal.
Por lo pronto el Presidente autorizó recursos para pagar parte del adeudo y pidió a los de la CNTE levantar en bloqueo. Le contestaron que no lo harán, en dos ocasiones consecutivas.
López Obrador ya les dijo, además, que sus acciones no son de izquierda, ya no tienen sustento y que espera que no sea otro el motivo, por que advirtió: “ se va a saber”. Esto se traduce en que el sí lo sabe y todo parece indicar que les dice entre líneas que o levantan el paro o lo sabrá la opinión pública.
No puede haber impunidad para este grupo de personas que sin ninguna consideración hacen tanto daño al país. Pero en verdad habrá que decir, que son o muy valientes o muy miopes, para enfrentar a un Presidente con todo el apoyo popular, mediático y de redes y qué además le asisten la razón y el derecho.
Si le siguen jugando a las vencidas, los de la CNTE perderán y de fea manera.
