La Barrales se quiere “pasar de viva”; regresa al Senado sin soltar dirigencia perredista

Como reza un conocido refrán, la dirigente nacional del PRD, Alejandra Barrales Magdaleno, ve la tempestad y no se hinca.

Y es que a pesar del escándalo que la envuelve por su depa de un millón de dólares en Miami no declarado en su 3 de 3, la ex líder de las azafatas quiere seguir en el viaje y se aferra al hueso de la dirigencia nacional del Sol Azteca.

Pero es tal la ambición, que ahora va a regresar a su escaño en el Senado de la República sin renunciar a su cargo partidista, para pagarle con la misma moneda al principal sospechoso de la travesura del depa, Miguel Barbosa.

Sólo que lo que pretende la señora Barrales es ilegal. Según el artículo 111 de los estatutos del PRD, “no podrán ocupar la Presidencia ni la Secretaría General, ni ser parte del Comité Ejecutivo Nacional o Comité Ejecutivo estatal o municipal, aquellas personas que tengan un cargo de elección popular o en mandos superiores en la administración pública, salvo que soliciten la licencia respectiva”.

Ya sabemos que en el PRD se pasan por el arco del triunfo sus propios estatutos y cualquier viso de legalidad, pero como que el horno no está para bollos, a menos que quieran seguir hundiéndose. Si ésa es la intención, les está saliendo de maravilla.