La basura institucional

¿Alguna vez se ha imaginado cuánta basura, y de qué tipo, se genera en las oficinas gubernamentales? Aunque en los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo por reducir el uso del papel, no imprimiendo lo que no sea necesario, lo cierto es que desechables que llevan muchos trabajadores, ocupa el segundo lugar.

De ahí resulta interesante la propuesta presentada por el diputado local Henri Christophe Gómez Sánchez para evitar su uso, iniciando por el propio Congreso Local. Entre las medidas planteadas por el morenista está el limitar la convocatoria para licitación simple para promover la adquisición de servicios de agua embotellada, además de tomar las previsiones necesarias a fin de erradicar la compra y utilización de desechables elaborados con material de unicel.

Tan sólo en el Palacio Legislativo, según datos oficiales, el año pasado se registró un consumo de entre 10 mil a 18 mil unidades de agua embotellada, de enero a marzo, por lo que, con su propuesta, además de reducir el impacto ambiental, podría representar un ahorro considerable de los recursos, ya que un botellón de agua de 20 litros reutilizable es mucho más económico en su adquisición.

Al inicio de la Legislatura federal, senadores y diputados federales iniciaron el reto del tupper, al verse recortado el presupuesto para botanas durante las sesiones. Si lo hubiesen seguido, se habría reducido el número de basura generada por botellas de agua y unicel. Por eso, la recomendación es que todos podamos llevar nuestro termo o tener una taza en el trabajo para tomar agua del garrafón o del filtro; que el desayuno o comida la llevemos en recipientes.

Si pudiéramos contabilizar cuántas botellitas de agua usamos a lo largo de nuestra vida nos iríamos de espaldas. El cambio climático nos está alcanzando y, ni así, hacemos conciencia.

@YamiriRodriguez