La batalla universitaria

Y después de las elecciones municipales en junio, la batalla política que está en puerta es por la rectoría de la Universidad Veracruzana.

Alguna vez la UV fue una de las mejores escuelas de nivel superior después de la UNAM, hoy quedó rezagada, muy rezagada.

Y desde luego que hay muchas razones, pero la principal seguramente tiene que ver con las cabezas, y es que los últimos rectores no han sido lo que se esperaba, no fueron lo que prometían ni han dado lo que ofrecían.

Sarita es el ejemplo más reciente, desde luego que los dos anteriores no cantan mal las rancheras.

Sarita se vendió con Miguel Yunes Linares quien al final no le cumplió, porque su presupuesto no aumentó, el Congreso que está bajo la mayoría de los diputados que acatan las instrucciones del gobernador, no aumentaron el presupuesto como estaba planteado y como se dijo que se haría en campaña.

La autonomía universitaria se quedó sólo en un mito.

Claro que el trabajo de Sarita ayudó al triunfo de Yunes Linares, todos recordamos sus marchas, plantones y bonitos colores azules y amarillos.

Lo peor es que ni siquiera le pagan lo que Duarte se robó y le dijeron que se lo pagarían.

¿Debe Sarita reelegirse?

¿Tiene los méritos necesarios para seguir encabezando la Rectoría y devolver el brillo a la UV?

El año próximo una vez que haya nuevo Rector en la UV, habrá también elecciones para gobernador y tal como se muestra, será Yunes Márquez el que vaya por la estafeta que su papá le pasará, como si fuera una de las carreras familiares que hacía Chabelo En Familia, ¿se acuerdan? Y de pronto me viene a la cabeza que Sarita lo seguiría ayudando, ¿Pero a cambio de qué?

Del equipo de Sarita ya quedaron pagados Tula en Sefiplan; e Hilario Barcelata en el IPE, la verdad extrañamos sus sesudos análisis de cómo se robaban el dinero en el gobierno de Duarte, ahora ya no sabemos que pasa con el de Yunes Linares.

Y el recuento de la grilla en la UV viene a colación porque la todavía rectora se mantuvo alejada de la comunidad universitaria y con el cuento de que no hay presupuesto, pero si altísimos salarios y prestaciones, la infraestructura de la UV se cae a pedazos.

En esta nueva contienda por la rectoría donde se quiere reelegir Sarita, aparece una nueva aspirante:

Rocío Ojeda, directora de la Facultad de Comunicación en el puerto de Veracruz y desde luego miembro del Consejo General Universitario.

Desde hace tiempo, Rocío que si es académica en contacto con los estudiantes, además con toda una vida dedicada a esto, pugna porque se de una auténtica autonomía, para no estar a expensas de que si el gobierno no da dinero porque se lo roba o porque si no lo de la gana aumentar el presupuesto, los universitarios no tengan que sufrir las ocurrencias de los políticos, ya vimos que sus promesas de campaña sólo son promesas.

Por cierto, no recuerdo a Sarita defender su presupuesto ahora que no le quiso hacer válido el Congreso de Yunes el aumento.
Rocío Ojeda insiste en que una verdadera autonomía conlleva una auténtica transparencia, incluyendo gastos.

Y la verdad, vale la pena rescatar la UV que se cae a pedazos, literalmente, no hablamos figurativamente.

¿Qué pasaría si llegara una nueva rectora con auténtico espíritu universitario?

Y desde luego con credenciales que la presenten como eso: Universitaria con carrera profesional dentro de la UV.

Para experimentos con Sarita me parece que fue suficiente.

No recuerdo un rector que haya salido de la dirección de una facultad de Veracruz, o fuera de Xalapa.

Tampoco en los últimos años o con los últimos rectores recuerdo uno que realmente le interese la universidad sin vínculos políticos y que no utilice a la UV para escalar en la política partidista o de gobierno, me viene a la cabeza de pronto Francisco Monfort Guillén que también quiere ser rector pero le ganó Sarita, aunque ahora pegado al gobierno de Miyuli, lo puedan volver a desempolvar, – luego me ocuparé de él, tiene también tela de donde cortar el aliado de Yunes Linares-

Me parece que la junta de Gobierno universitaria tiene una buena tarea en la elección del próximo rector:

Revitalizarse o morir, seguir anquilosada engordando políticos en cargos de gobierno, mientras los universitarios literalmente están a pan y agua.

Los paradigmas de hoy tienen que ver con la innovación, con mentes frescas, abiertas pero con experiencia, que no les de miedo rescatar el gran nombre que tuvo alguna vez la UV y que no cedan a la tentación ni al canto de las sirenas de brincar a donde les den un cargo de gobierno.

Claro que el rector no puede ni debe apartarse del gobierno estatal, finalmente de ahí vienen parte de sus recursos, pero puede ser aliado sin necesidad de venderse, puede contribuir al engrandecimiento del estado sin tener que opacar el de la Universidad ni subordinarla a otros intereses.

El próximo gobernador puede ganar mucho, pero mucho más con un rector independiente y autónomo, que le de lustre a la Universidad, que sirva como pilar para poner el nombre de Veracruz en alto y que de nuevo los universitarios engrandezcan su origen.

¿Dónde quedaron todos los egresados de la UV que hace muchos años brillaban en grandes empresas y en cargos principales de gobiernos en todo el país?

Hay que volver a incubarlos y la única opción a la vista es apostar por quien sepa hacerlo, creo que Roció Ojeda tiene el temple y las agallas para moverse.

Veremos y diremos.