La borregada

Tristemente son los tiempos y la sociedad que hoy vivimos.
Por un lado sí hay violencia, sí hay incompetencia, sí hay injusticias y sí hay un chingo de cosas negativas por las cuales debemos estar furiosos, pero a la par buscar ser propositivos en pos de soluciones.
Pero del otro lado sí hay chairos, sí hay borregos, sí los que se quejan de todo y ya, en sí sólo son masa, mera masa.
Y este tipo de cosas no exentan al deporte, en un país en el que 100 millones se sienten técnicos, entrenadores y/o dirigentes deportivos.
Todos harían mejor la chamba que el que ha sido elegido, porque son más “chingones”, pero opinar desde un sillón es lo más fácil del mundo.
Y a veces hay personas que tanta autoridad le imprime a sus premisas que convence a más gente que tiene la razón y la bola de nieve se hace más grande.
En los recientes días se ha vivido duramente esto.
Ahora resulta que todos los detractores de Juan Carlos Osorio ya tenían detectados todos los contras que carga las rotaciones en sus parados de equipo en la Selección Mexicana de fútbol.
O sea nadie se ha dejado conducir por los “haters” que tiene el colombiano al interior de la “familia” futbolística en el país y que tienen intereses comunes con algunos medios de comunicación y tal vez con algunos de sus integrantes.
El chiste es tirar la piedra al lago y que las ondas se vayan haciendo más grandes y largas.
Los mass media atacan ese sector, el de la masa que no piensa, sino que es ejecutora, que no se ocupa en ir más allá de lo que le dan. Suena familiar en México, ¿O no?
Tras el tema de Osorio, ahora va la guadaña buscando lío sobre la Liga Femenil MX. Los señalamientos son de misogonia y malos tratos hacia las jugadoras.
Puede ser.
El asunto es que la borregada opina sin siquiera tener un documento que compruebe el hecho. La masa se fue a lo que dijeron en la tele, o escribió algún columnista basado en una jugadora que prefirió el anonimato, truco que muchas veces usan algunos periodistas para ocultar su propia opinión.
Con esto no queremos decir que sea una información falsa o que se esté a favor de que abusen del trabajo de las futbolistas, quien reveló los datos pudo haber hecho el trabajo reporteril (ojalá) y no basarse en chismes.
El punto es que hoy por hoy damos opiniones y ponemos en la cruz a personajes porque seguimos siendo conducidos, y lo que parece ser opinión propia es copia barata de algo que oyeron o leyeron, pero la pose de erudito la usan aunque no tengan ni idea de lo que estén hablando.
Ojo, no aplica sólo al deporte.

Hasta la vista.

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