La influencia de la Mercadotecnia Política

Las campañas de hoy tienen su principal promoción en la comunicación vía electrónica, lo que la gente llama “redes sociales”; gran parte de la promoción de campaña del licenciado Enrique Peña Nieto hace seis años, se apoyó en la comunicación electrónica, primero para difundir la imagen de la “pareja ideal” donde el príncipe y la princesa, se proyectaron en todas las clases sociales de México, como un ideal para la juventud que aspira a encontrar su media naranja y que se veía en un espejo en el que todos querían proyectarse; a tal grado que el marketing diseñado por Televisa y la oficina de comunicación social del CEN del PRI, dieron los mejores resultados; poco pudieron hacer los detractores del candidato presidencial y de la estrella de Televisa, puesto que la calumnia ha sido el arma de los mediocres que no pueden enfrentarse con enemigos fuertes y bien plantados, algunos de los cuales ni siquiera tienen necesidad discursiva, pues la oratoria fue un arma política en Grecia, en Roma y en otros pueblos de la antigüedad; pero lo de hoy son las redes sociales y contando con expertos comunicadores vía internet, no se necesita de la vieja oratoria que requería de una voz clara y fuerte y de conceptos grandilocuentes para impresionar al auditorio.

La definición de mercadotecnia, indica que se trata de un conjunto de técnicas, estudios y estrategias, cuya finalidad se proyecta hasta alcanzar un objetivo que consiste en posicionar la comercialización de un producto. La mercadotecnia política, se divide en dos vertientes, que son la electoral y la del gobierno; la electoral es utilizada por los partidos políticos y los candidatos a puestos de elección popular, que disponen de técnicas y estrategias para alcanzar el poder; la mercadotecnia gubernamental, tiene como propósito utilizar las estrategias, los conocimientos y las técnicas experimentadas, para conservar el poder, alcanzar su legitimación y ejercer el poder público que solo se limita con los instrumentos jurídicos emanados de su construcción, donde se definen sus alcances y limitaciones. De aquí al mes de marzo, en la etapa de precampaña establecida por las leyes electorales, veremos recorrer el territorio nacional, de norte a sur y del Golfo al Pacífico, a quienes aspiran a representar al PRI y sus aliados; al PAN y sus asociados; y a Morena y sus pegostres; todos con sus precandidatos más fuertes al frente, quienes seguramente serán los candidatos que con una mini campaña durante los meses de abril y mayo y unos cuantos días de junio, convencerán al electorado con el marketing que les haya funcionado en cada caso; con la compra del voto, el acarreo y la manipulación de los electores.

La guerra sucia no comenzó hoy en las precampañas; se inició con el golpe bajo, la zancadilla y la calumnia, desde que los aspirantes mostraron sus intenciones de lograr candidaturas y alcanzar el poder; por ejemplo al interior del gabinete del presidente Enrique Peña Nieto, se movieron el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, el canciller Luis Videgaray Caso, el ex presidente del PRI y ex coordinador de los Senadores Manlio Fabio Beltrones; el actual Secretario de Salud y ex rector de la UNAM José Narro Robles; el ex Secretario de Educación que todavía no aprende a “ler” Aurelio Nuño Mayer; Ivonne Ortega Pacheco, ex Secretaria General del PRI y en su estado natal Yucatán, ex de todos los cargos. El que nunca se movió José Antonio Meade Kuribreña, porque ni siquiera tenía posibilidades por el PAN o por el PRI; por el PAN por haber trabajado con el ex presidente Vicente Fox y más cerca todavía con el otro ex presidente Felipe de Jesus Calderón Hinojosa; y por otra parte habiéndose incorporado al equipo de Peña Nieto, José Antonio Meade, sabía que los candados del PRI en sus estatutos, solamente una mano poderosa los podía romper, y esa mano era ni más ni menos que del propio presidente y primer priísta del país. Se aplicó Meade Kuribreña, impresionó al gran Tlatoani de los Pinos, opacó al fortachón Agustín Carstens y algo que pocos saben, consiguió los créditos internacionales necesarios para evitar una catástrofe económica y una devaluación del peso mexicano en caída libre, fenómenos que hubieran ocasionado la muerte política del primer priista de México, quien no hubiera tenido ninguna posibilidad de decidir y operar su propia sucesión.

De don Ricardo Anaya Cortés, quien anda en funciones de precandidato para lograr la nominación del PAN y sus aliados, también puede decirse que se le vio planeando estrategias y utilizando guerra sucia en contra de su impulsor Gustavo Madero, hasta llegar a la traición, que en política y en la vida, solo se paga pero no se premia; su ambición desmedida y su corta edad (38 años), fueron el factor principal para que sin más marketing que la traición, se entronizara en el PAN, y luego con su labia y lambisconería manipuladora, lograra el respaldo de la ex presidenta del PRD Alejandra Barrales Magdaleno y de Dante Delgado Rannauro, quien con su franquicia “Movimiento Ciudadano”, salió del ostracismo y hoy figura como precandidato a gobernador de Veracruz, donde nunca ha logrado ganar un puesto político en las urnas; lo más que se ha llevado, son la suplencia de Gutierrez Barrios y una Senaduría plurinominal; Dante aspiró durante el sexenio del ex gobernador Rafael Hernández Ochoa (1974-1980) a la alcaldía de Córdoba Veracruz, y perdió frente al candidato del PRI licenciado Juan Herrera Marin.

La historia, se repite, se repite y se vuelve a repetir; sobre todo en política y con los mismos actores.