La mansión de Pablo Escobar en México que se hizo hotel

La empresa líder en inmobiliaria Thor Equities Group adquirió en 17.5 millones de dólares lo que un día fue la casa del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, en Tulum, Quintana Roo, para convertirla en un hotel de lujo frente al caribe mexicano.
La historia de este inmueble que hoy se convertirá en un resort es descrita por Víctor Maas Tah, alcalde de Tulum, como un cuento mítico en el que los grandes muros y los lujos exorbitantes se abrían paso entre los manglares y la selva, a principios de la década de los 90.
En aquel entonces ni uno de los 2 mil habitantes que vivían en los alrededores sabía con certeza de quién era esa casona que se erigía con materiales traídos desde otras regiones del país, lo único que les quedaba claro es que el dueño de esa propiedad se estaba convirtiendo en el prócer que instaló el cableado eléctrico y los cimientos de lo que hoy es el camino Tulum-Punta Allen.
​“El pueblo se enteró de que era del narcotraficante por rumores que traían los albañiles que fueron contratados y la llamaron Casa Magna”, dijo.
Entre las cientos de historias que comenzaron a rodear la casa se encuentran aquellas que describían el lugar como una construcción con ventanas de alto calibre, muros de gran envergadura y amplios túneles subterráneos, pero también en las que se menciona que de vez en cuando el capo colombiano llegaba en una avioneta para supervisar la construcción.
Sobre el cómo obtuvo los terrenos y el permiso para construir su casa de verano hay dos versiones: una que cuenta que el narcotraficante decidió mandar a alguien a comprar el terreno y otra que señala que las tierras “fueron un regalo que había recibido Pablo Escobar de un poderos mexicano”, específicamente de su amigo Amado Carrillo, ‘El Señor de los Cielos’.
La construcción nunca terminó y tras la muerte de Pablo Escobar en 1993 fue abandonada. En un principio fue manejada por varios propietarios y negocios que nunca prosperaron, hasta ahora que la mitad de la construcción fue adquirida por Thor Equities Group, una empresa hotelera que planea hacer de la residencia un lujoso hotel de 40 habitaciones un spa y tiendas de alta gama.
“No existe un registro catastral que avalé la propiedad, pero de que era su casa, sí lo eram y de que se trataba de una casa fuera de serie, también”, afirmó.
En un principio, la construcción constaba de tres hectáreas y dos residencias con un valor aproximado de 17 millones de dólares. Sin embargo, con el tiempo se dividió en dos. Una de estas partes es en la que se instalará el hotel de lujo y la otra es la que en 2014 se convirtió en el hotel Casa Malca, propiedad del excéntrico coleccionista colombiano Lio Malca.
Hoy, este hotel construido en los cuartos principales de lo que era la casa del capo, es famoso por su club de playa, sus paredes, patios e inclusive por su arena en la que reposan obras de grandes artistas como Keith Haring, Marco Brambilla o Andy Warhol, pero además por su singular alberca subterránea construida en lo que se presume era parte de uno de los túneles que el narcotraficante construyó para escapar en caso de ser necesario.
“La gente se ha acercado a Casa Malca por curiosidad, especialmente después de que salieron las series de narcos se volvió muchísimo más popular, porque sí: todos buscaba el hotel por las obras de arte que aquí hay, pero también por el vinculo que tiene con el líder del cartel de Medellín”, explicó Carolina Rodrígues, jefa de Marketing de Casa Malca.
El nuevo alojamiento de Thor Group será montado en los mil quinientos metros que sobran de lo que fue la casa de Pablo Escobar y junto a casa Malca con una inversión de 100 millones de dólares.
Su elección, dijo Joe Sitt, presidente de inmobiliaria Thor Group, se debe al prestigio y exclusividad que ha adquirido la zona en los últimos años, ya que “Tulum es el destino más elegante ahora en toda América Latina”.
Este hotel se sumará a los que ya posee la firma en Los Cabos, Playa del Carmen y Ciudad de México.
Casa Magna no ha estado del todo abandonada y tampoco es la primera vez que se habilita como hotel, en 2005 la Fiscalía General del Estado (FGE) la cedió a la empresa Amansala, que la habilitó como Casa Magna Amansala Eco Chic Resort y que operó hasta 2008 porque el negocio no prosperó.
“Lo impresionante fue cuando de la noche a la mañana todo fue completamente abandonado, había muchísima gente, era un desarrollo que iba muy rápido, pero fue notorio cuando una mañana ya no había gente, todo mundo se retiró y los pobladores comenzaron a llegar ahí y llevarse las cosas: el cable eléctrico y los postes hasta que prácticamente la casa quedo saqueada”, recordó el alcalde.
(Milenio)