La mayoría del pueblo, sin partido político y sin representación en el gobierno. Y los Católicos?

Norberto Bobbio con gran sabiduría expresaba “el espíritu laico no es en si mismo una nueva cultura, sino la condición de convivencia de todas las culturas posibles”.

Cuando la asociación política jalisciense Mexicanos Por la vida de todos, presentó su petición ante el Instituto electoral de Jalisco, para convertirse en un partido político y así participar legalmente en cualquier proceso electoral de esa entidad, recibió una respuesta negativa que echó por tierra lo que podría haber sido el cimiento de una fuerza política nacional.

Los partidos en el mundo, en opinión de Maurice Duverger, cuando tienen influjos de carácter religioso, otorgan un valor secundario al Estado y a la política. La mezcla de lo político con lo religioso, los convierte en partidos mixtos que por lo menos en México encuentran un dique para su conformación establecido en el artículo 130 de la Constitución Política Federal.

La corrupción surgida con las multimillonarias partidas presupuestales que otorga el gobierno Federal a las asociaciones y partidos políticos, a través del Instituto Nacional Electoral, no es cosa oculta y subsidiar las elecciones por parte del gobierno, pretendía evitar la llegada de “dinero sucio” para patrocinar partidos y candidatos, evitando así que delincuentes obtuvieran puestos de elección popular y que las mafias de narcotraficantes se apoderaran de las Cámaras de diputados, federal y locales y del Senado de a República

El poder fáctico que representa la iglesia católica en México, es verdaderamente abrumador y sin duda arrasaría en número de votos para ganar cualquier elección; es por ello que los tradicionales partidos PAN, PRI, PRD y ahora MORENA, y sus representantes legislativos, no permiten la apertura a nuevos partidos políticos que los obliguen a compartir los generosos subsidios de los que viven familias enteras, convirtiendo el pago de franquicias en un pago de pensiones alimentarias políticas que explotan esos partidos desde su fundación, en favor de familiares y amigos.

Atrás quedo la aspiración de la corriente conservadora de Jalisco surgida en 2009, para la fundación del Partido por la Vida, la Esperanza y la Renovación de México, pero el hartazgo del pueblo aumenta día con día y del resultado de la elección intermedia, dependerá el futuro de los partidos políticos en México.