La visita presidencial a Veracruz

En la conferencia mañanera de este lunes, desde el Puerto, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que este fin de semana regresará a Veracruz, específicamente a la región de mayor incidencia delictiva: el sur veracruzano. Viernes 26 y sábado 27 de abril estará en Minatitlán y Coatzacoalcos; recorrerá también Matías Romero, en el Istmo de Tehuantepec, así como Juchitán y Salina Cruz, también en el vecino estado de Oaxaca, donde se comparte la misma situación de incertidumbre y dolor.

Este fin de semana, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dio a conocer sus más recientes cifras en las que de los 169 mil 917 delitos que se registraron en el país durante el pasado mes de marzo, 4 mil 643 se perpetraron en la entidad veracruzana. De estos, 6 fueron robos a bancos, además por supuesto, de los homicidios dolosos, los secuestros, las extorsiones y los robos con violencia. En estos números presentados oficialmente aún no se incluye la matanza de 14 en Minatitlán.

En el acumulado correspondiente al primer trimestre del año, de los 486 mil 681 presuntos delitos denunciados, 12 mil 985 fueron en Veracruz. En lo que hace a feminicidios, será hasta el 25 de abril cuando se presenten las nuevas estadísticas. Y aunque no somos el estado con el mayor acumulado de delitos –antes nos anteceden Estado de México, la Ciudad de México, Jalisco y Baja California-, los veracruzanos ya no aguantamos más esta situación.

Algo cierto dijo López Obrador en su conferencia: la complicidad entre autoridades y delincuentes ha sido el gran cáncer en Veracruz. Se dejó crecer durante años y hoy enfrentamos las consecuencias. Pero a la gente ya no le importa quién lo inició, lo que quiere es que ya no se sigan dando los delitos.

Riesgoso lo prometido por AMLO en el sentido de que una vez en operaciones la Guardia Nacional, la incidencia delictiva se reducirá en seis meses. Nos recuerda a Miguel Ángel Yunes Linares cuando siendo candidato a gobernador de este estado nos prometió lo mismo y, por el contrario, Veracruz se volvió más sangriento. Prometer, dicen no empobrece, pero hacerlo con un tema tan delicado es riesgoso.

Textual el Presidente dijo: “Cuando tengamos presencia de la Guardia Nacional en todo el país, en Minatitlán, en Coatzacoalcos, en San Andrés Tuxtla, aquí en Veracruz, en Xalapa, en Poza Rica, en Tuxpan, en el Pánuco, en todas las regiones, en la Sierra de Zongolica, que tengamos presencia suficiente, que haya elementos de la Guardia Nacional para proteger a la gente. Entonces vamos a garantizar la seguridad pública. Eso es lo segundo, a lo que me refería. Y lo tercero, por eso les puedo hablar de seis meses, de este año, lo tercero es que ya la autoridad no es el problema, antes el problema era la autoridad, había que andar con la mano en la bolsa, cuidando la cartera cuando se visitaba una oficina pública, porque la corrupción estaba en el gobierno”, terminadas sus palabras, el cronómetro comenzó a correr. Él solo fijó el plazo. Por el bien de todos, esperemos que esta vez sí se cumpla.

@YamiriRodriguez