LAS CONSECUENCIAS DEL ODIO

Seis muertos y al menos siete mexicanos heridos es hasta el momento el saldo del tiroteo en la ciudad de El Paso, Texas, llevado a cabo por un joven que en su manifiesto dejó escrito “ tengo que matar tantos mexicanos como pueda“.

Otros dos atentados se registraron en Ohio y Chicago. Tres en 24 horas.

El presidente Trump ha utilizado como estrategia electoral y de mantenimiento de su posición entre el grupo duro que lo respalda, el discurso del odio y la manipulación mental para lograr simple y llanamente fines electorales y de poder, sin reparar en las graves consecuencias que ello está trayendo a aquella nación.

Un documental de Netflix titulado “ Nada es privado “ deja claramente establecido el método de comunicación política que consiste más en detectar los puntos de vulnerabilidad de las personas y atacarlas para hacer cambiar su forma de pensar. Es decir, manipulación mental.

El discurso del odio es una de esas estrategias y hoy en Estados Unidos ha exacerbado la polarización de la sociedad que llevó a atacar mexicanos dejando compatriotas muertos.

Esta muestra de odio y de comunicación política debe ser un fuerte llamado de atención a gobernantes de cualquier nivel para que entiendan que en aras de obtener y mantenerse en el poder no pueden ni deben envenenar a las sociedades y llevarlas a estos límites y terminar de perder lo poco que queda de tejido social.

La política ha perdido lo poco que le quedaba de decencia y de preocupación por los demás, para hacer de los ciudadanos la arena en donde dirimen sus diferencias los poderosos, no importando el sacrificio de una sociedad que cada vez, con mayor hartazgo, se convence que la clase política cada vez degenera más, desilusiona más y provoca mayores males.

Quienes gobiernan deben regresar a los orígenes de la política, buscar nuevas formas de comunicar que no tengan que ver con sembrar el odio, pero sobretodo, deben ocuparse de resolver las necesidades más apremiantes de pobreza, alimentación, educación, salud y seguridad, todas estas, materias que millones de personas demandan desesperados, mientras los políticos juegan a joderse los unos a los otros ignorando la población.

El llamado es a que pierdan menos tiempo grillando y buscando como golpearse mediáticamente y dediquen cada minuto de su alta responsabilidad, en cualquier nivel, a servir como se comprometieron.

No queremos más odio, encono, disgustos entre nosotros, queremos unidad y trabajo conjunto que beneficie a todos.

Los resultados del discurso del odio están a la vista desde El Paso, Texas. No permitamos que siga permeando en nuestra sociedad.

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Ya checaron el pleito de jalón de chongo y media en Twitter, entre las diputadas del PAN, Ñora Lagunes y Monserrat Ortega, la esposa de Mancha? Y así legislan?