LAS NUEVAS ADMINISTRACIONES MUNICIPALES…

En el espacio fundacional del nuevo año, el 2018 actual, se instalaron en todo el territorio estatal 209 nuevas administraciones públicas municipales, de las 212 que cohabitan en todo nuestro amplío, y hoy desgastado Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave.
Los tres municipios restantes, como ya es sabido, están en proceso de volver a cursar en su haber, otra vez, una elección, extraordinaria, por cierto, debido a que el tribunal electoral así lo estableció.
Pero aquí lo importante y medular es qué van a realizar, o qué están ya realizando, las municipalidades que ya tienen instalados nuevos gobiernos, sean de la filiación partidista que fueran.
Como se tiene registrado, en la teoría y en la práctica, el Municipio es la cédula de gobierno más próxima, más cercana y más directa, en comunicación y en relación, con el ciudadano.
Ante ello, es la misma forma de gobierno la que tiene la oportunidad de hacer valer el ejercicio de que el pueblo será gobernado por el propio pueblo; ello debido a que, son ciudadanos oriundos, avecindados, nacidos o en residencia del propio territorio municipal quienes se dan a la tarea de ser y hacer gobierno para sus pares, los demás ciudadanos.
En esa lógica de ideas, los gobiernos municipales sirven para decantar de que está hecho el verdadero ciudadano; aquel que exige siendo pagador de impuestos; pero también, aquel que ejecuta y pone a funcionar acciones y políticas públicas, siendo funcionario o gestor público de la ciudad.
Pobre de aquellos ciudadanos que, por el simple hecho de ser oriundos, conocidos, avecindados, compadres, amigos de los hijos, o parentela directa o política de la “máxima” autoridad se quieran agenciar espacios de gestión y de acción que ni les entienden, ni conocen y ni están preparados con las capacidades, aptitudes y actitudes para solventar buenos resultados en el cargo.
Ante ello, hoy existe una instancia, que si bien no remueve sí señala y exhibe en la justa medida de lo moralmente establecido, el devenir ineficiente, de quien goza de las instancias, y mieles, del poder al gerenciar un cargo para el que ni es apto, ni está preparado ni se le tiene porque pagar los salarios ingentes, en relación al mercado, que se perciben en las actuales administraciones públicas municipales.
Es el IVAI, Instituto Veracruzano de Acceso a la Información, una herramienta, algunos la conceptúan ya como un arma de defensa propia, de gran envergadura para que el ciudadano común, que jamás corriente, tenga acceso a todo el cúmulo de información que se genera de las acciones que se producen y llevan a cabo gracias al uso, designación y aplicación de los dineros públicos, provenientes de todos los impuestos que pagamos los ciudadanos.
Ante ello, pobre de aquella autoridad municipal que quiera poner a su “sagrada” familia a vivir de las mieles, y los dineros, que da el poder que desde el primer minuto del primero de enero detenta.
Hacerlo, fuera de la ideológica político – partidista que sea la autoridad actual, es una agravante que ni el pueblo ni la ciudadanía puede aguantar más.
Dentro del margen, y espacio, del Derecho todos y todo; fuera de él, nada ni nadie.