LAS PÉRDIDAS FINANCIERAS Y LA NUEVA NORMALIDAD

En estos días, uno de los temas de mayor interés es sin duda la reanudación de actividades económicas, educativas y sociales o la entrada de “la nueva normalidad” a consecuencia de la pandemia del COVID- 19, declarada a nivel mundial por la OMS Organización Mundial de la Salud. Todos los días, las cifras crecen y no parecen detenerse. Y el tiempo de la cuarentena ya nos rebasó, las medidas son inadecuadas y no se cumplen a cabalidad por la mayoría de la población.
A casi tres meses, de intentos de parte de las autoridades por contener el incremento en el número de contagios, defunciones y casos confirmados, la economía nacional se ha visto disminuida a gran escala, generado grandes pérdidas en el sector empresarial, principalmente en las medianas, pequeñas y micro empresas. La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) por medio de su presidente manifiesta que “la nueva normalidad” inicia para el sector restaurantero en Veracruz, estos negocios están considerando abrir con un 25 por ciento de ocupación, respetando las medidas de sana distancia emitidas por las autoridades de salud, mientras persista el semáforo rojo.
Hay muchas empresas que de acuerdo a su giro, será casi imposible de entrar en el esquema de la nueva normalidad, por ejemplo: los salones de fiestas, los balnearios, los centros nocturnos, videobares, grupos musicales, sonideros, animación de fiestas infantiles; y otras lo harán en condiciones extraordinarias con ciertos límites como plazas comerciales, los cines, las tiendas de ropa, hoteles, spa, salones de belleza, etc. En fin, una economía con grandes pérdidas financieras, que desencadenan deudas, recortes de personal, desempleo, quiebras.
Aunado a ello, la situación emocional de las personas se ha visto afectada a causa del encierro, de la falta de trabajo, de la impotencia por no poder abrir su negocio o comercio, generando un desaliento o desánimo. Si estás pasando por un momento así, en el que no hay algo que te motive, te de fuerzas, aliento, creyendo que sólo están pasando tus días como una rutina que se repite día a día, te invito a no decaer y conservar la fe.
También en éste tiempo de contingencia, se ha polarizado el tema de cumplir con las medidas sanitarias entre algunas personas que están viviendo de forma diferente esta situación; ya que por un lado, hay personas que no han dejado de percibir su salario de manera semanal, quincenal o mensual, ya sea por ser servidores públicos o por ser personas de los grupos vulnerables que están en confinamiento domiciliario, y por otro, hay personas que son dueños de negocios, comercios o bien son prestadores de servicios que trabajan por su cuenta y que se han visto severamente afectados en su economía; llevando el tema a las redes sociales, las cuales en algunos casos se convierten en un ring o campo de batalla al tratar de defender su punto de vista.
Por último, quiero compartir con ustedes mi preocupación y deseo por el fin de ésta pesadilla llamada COVID-19, que no sólo ha cobrado con la vida de muchas personas, sino que ha destruido los planes, proyectos de muchos, al mismo tiempo que nos ha hecho recordar lo vulnerables que somos, que debemos clamar a Dios para que tenga misericordia de todos, haciendo uso de la promesa que se encuentra en el libro de Crónicas capítulo 7 versículo 14 que dice “Si se humillaré mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, se convirtieren de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.”