Las torres malditas

Esas torres JV de Boca del Río pareciera que nacieron con mala estrella. Este domingo se suscitó un incendio en uno de los departamentos, poco después de las 11 horas, conflagración que fue controlada una hora más tarde.
Y decimos que al parecer tienen mala vibra esos edificios, porque hace como dos o tres años se suicidó el hijo de conocido notario de esa zona conurbada. Se aventó desde el Penthouse, durante una fiesta de chavas y chavos.
Tal vez esa sombra negra tenga que ver con el origen del proyecto que contemplaba construir tres torres, pero algún problema hubo que sólo se han edificado dos.
O quizá se deba esa corriente negativa al poco claro origen de los inversionistas. Fuentes informadas aseguran que el verdadero dueño con prestanombre de esos inmuebles sería Mario Marín Torres, mejor conocido como el “gober precioso”, por aquella conversación cuyo audio circuló de manenera profusa hace 14 años. En la grabación, se escucha decir a Kamel Nacif, Rey de la Mezclilla: “ya sabes que tú eres el héroe de esta película, papá”. Y luego, el empresario le dijo al otrora mandatario estatal que le iba a mandar (en agradecimiento por detener a la escritora y periodista Lydia Cacho) “una botella bellísima de un coñac”, que en lenguaje cifrado los expertos adujeron que se trataba de una mujer, tal vez hasta menor de edad, dado los antecedentes de presunta pederastia del inversionista.
Pero volviendo al tema inicial que nos ocupa, no fue coincidencia que dichas torres comenzaron a construirse en el sexenio de Fidel Herrera Beltrán, muy amigo de su homólogo poblano. Dicen que ya desde esos ayeres, los “moches” y las empresas “fantasma” comenzaron a sentar sus cimientos en Veracruz, la época en la que el entonces joven Secretario de Finanzas y Planeación, Javier Duarte, cursaba ya su “Doctorado en Corrupción”.