LIAÑO CARRERA, CLAVE EN CORRUPCIÓN DE APIVER

Durante más de 10 años, Juan Ignacio fue el director de la Administración Portuaria Integral de Veracruz, la APIVER, pasaron dos presidentes de diferentes partidos políticos y el hombre se mantuvo en el cargo y con él, un arquitecto de nombre Francisco Liaño Carrera, su brazo derecho y operador de los negocios que generaban los millonarios contratos de proveeduría de bienes y servicios, claro, vía el Comité de Obras.

Pero no hay mal que dure 100 años, y la Auditoría Superior de la Federación ya puso sus ojos en el manejo de las cuentas y el dinero público que manejaron los administradores del Puerto en la última década. Lo primero que hallaron fueron 14 empresas presuntamente ligadas a Francisco Liaño y a su hijo, todas con la misma dirección fiscal, lo que indica que los Liaño no soportaron la tentación de meterle mano a los recursos públicos, o al menos de aplicar el diezmo.

Ahora que medios nacionales han difundido la noticia de las irregularidades en la APIVER, el propio Juan Ignacio les ha pedido a sus ex colaboradores que aguanten que no pasa de un periodicazo, pero quien no soporta el miedo es el mismo Liaño porque sabe que está hasta las manitas con sus negocios.

El tema escala cada día más y más, desde la Ciudad de México se revisan con lupa la asignación de contratos en el ejercicio fiscal 2018-2019, donde ya han encontrado la punta de la madeja y motivos para investigar más a fondo. Y es que el proyecto del Nuevo Puerto o Ampliación del Puerto de Veracruz como también la llaman, generó una derrama de miles de millones de pesos de la iniciativa privada y del gobierno federal en los últimos cinco años.

Los agentes aduanales ya se pronunciaron por el esclarecimiento de los señalamientos, ya que de comprobarse actos de corrupción el Puerto de Veracruz sufrirá un desprestigio en el mundo del comercio marítimo.

Carnicería azul

Con el apretado triunfo de Joaquín Guzmán Avilés sobre José de Jesús Mancha Alarcón, en la repetición de la elección interna para renovar la dirigencia estatal del PAN, se evidenció que ese partido está fracturado en al menos dos partes, dos grupos antagónicos que no están dispuestos a ceder, por el contrario, buscan destruirse entre ellos.

Apenas 24 horas después de la elección, el departamento de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Veracruz, recibió la instrucción de dar de baja a todos los empleados municipales que llegaron vía recomendación de Joaquín Guzmán Avilés.

Se trata de más de 100 militantes del PAN que votaron por su benefactor que los recomendó, sin importarles que su pagador pidió el voto a favor del candidato de la familia, José de Jesús Mancha quien perdió la elección.

La virulencia vengadora se manifestó de inmediato y desde el lunes se registran filas de joaquinistas para recibir su finiquito y pasar a las filas afectados y desempleados por su comportamiento rebelde a la mano que les dio de comer durante lo que va de la administración municipal de Fernando Yunes Márquez.

Así la carnicería azul se dará en los municipios de Boca del Río, Tres Valles, Álamo, Cosamaloapan, Paso de Ovejas, Tlalixcoyan, Zozocolco, Rodríguez Clara, Tierra Blanca, La Perla y Actopan, presididos por alcaldes incondicionales a los Yunes y que en sus administraciones admitieron a recomendados de Guzmán Avilés.