Los Alemán: vivir del apellido

De cachorro de la Revolución a cacharro de la 4T

Miguel Alemán Valdés fue un presidente que, aunque criticado por la corrupción en su gobierno, dejó huella, así como hay cardenismo, hay alemanismo. Además, para hacerse del poder y favorecer a su grupo, uso como pocos las facultades meta constitucionales de la presidencia imperial, esto último que cada quien lo entienda como lo quiera entender.

Su hijo Miguel Alemán Velasco, siempre fue conceptuado como Miguelito, mismo que tuvo la posibilidad de practicar todo tipo de profesiones, desde el periodismo hasta la política, pasando por la literatura, pero nunca fue un referente en lo que ha hecho.

Se desempeñó como gobernador de Veracruz, cargo en el que pasó con más pena que gloria y al no obtener la candidatura presidencial en el 2000, dejó el control de la entidad en sus subalternos. Poco antes, había sido expulsado de Televisa por Emilio Azcárraga Jean.

Miguel Alemán Magnani, el nieto del presidente, fue el encargado de retomar las glorias familiares, por ello, entró en el sector del transporte aéreo y hace unos días, quiso comprar un porcentaje de Radiópolis. No obstante, Interjet está quebrada y lo de la radio se cayó.

Hoy, las cuentas de los Alemán están embargadas y son la comidilla por las malas decisiones de negocios del heredero. Ni hablar, lo que natura non da…linaje no presta.

Posdata agorera: por cierto, mini Miguelito es asesor de YSQ, ojalá no busque ser político.