Los planes de Elba Esther: crear otro partido político, aliado de Morena; reestructurar el SNTE y echar abajo la Reforma Educativa

Los 66 meses que pasó en prisión no acabaron con el animal político que Elba Esther Gordillo lleva dentro. Apenas recibió la noticia de que recobraría la libertad, la maestra compartió a sus familiares y más cercanos colaboradores los planes que tiene en lo inmediato: formar un nuevo partido político, reestructurar el SNTE, echar abajo la Reforma Educativa del presidente Enrique Peña Nieto e impulsar “una verdadera transformación en el sistema de enseñanza”.

Elba Esther está entera. A sus 73 años se muestra contenta, muy echada para adelante y deseosa de retomar las actividades políticas plenas, cuentan quienes se han reunido con ella en las últimas horas, luego de que se le otorgara la libertad por los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero.

Aunque en realidad nunca estuvo apartada de la política, pues aun cuando se encontraba recluida en el penal de Tepepan o en prisión domiciliaria en su departamento de Polanco, no dejó de tomar decisiones y dar instrucciones para las campañas, la vida sindical o incluso en el Partido Nueva Alianza, donde, si bien la dirigencia obedecía al PRI, aún conservaba contactos en puestos de dirección.

Personas que se han mantenido cerca de Elba Esther detallaron a este semanario que el nuevo partido político no busca rivalizar con Morena, sino al contrario. “La maestra ve en Andrés Manuel un aliado para echar atrás la reforma laboral en materia educativa que se aprobó a principios del sexenio e impulsar una verdadera reforma educativa que revise planes y programas de estudio. Ambos comparten la misma visión sobre el magisterio y el sindicalismo”, dijo a ejecentral uno de los personajes que han tenido contacto con Gordillo desde que terminó su encarcelamiento y que durante años la ha acompañado en su carrera política.

En los cinco años y medio que estuvo en prisión, la maestra encontró en la yoga y en la meditación un refugio para soportar el encierro, los problemas de salud —principalmente renales—, y la pena de haber perdido seres queridos, como fue el caso de su hija Mónica Arriola Gordillo, fallecida en marzo de 2016, y del padre de ésta, Francisco Arriola Urbina, quien durante décadas estuvo a cargo de las finanzas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cuya muerte ocurrió en junio del año pasado.

Elba Esther también estuvo trabajando para que esta fase de su vida en prisión fuera de “crecimiento espiritual”, por lo que, aseguran sus cercanos, no trae ánimos de venganza. Ella no olvida que el presidente Peña Nieto, el canciller Luis Videgaray, el exprocurador Jesús Murillo Karam, los exsecretarios de Educación, Emilio Chuayffet y Aurelio Nuño; el actual líder del SNTE, Juan Díaz, y el exdirigente de Nueva Alianza, Luis Castro, fraguaron todo para llevarla a la cárcel y convertirla en presa política, pero, por ahora, lo único que agradece es que se haya hecho justicia y quiere iniciar sus nuevos proyectos cuando antes.
Para llevarlos a cabo, señalaron las fuentes, la maestra Gordillo cuenta con la amistad y apoyo no sólo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, sino del futuro canciller Marcelo Ebrard —con quien tiene una amistad desde hace un par de décadas—; el próximo consejero jurídico de la Presidencia de la República, Julio Scherer Ibarra; de Esteban Moctezuma Barragán, propuesto como secretario de Educación Pública, y de Alfonso Romo, quien será jefe de Gabinete y cuya colaboración fue clave para incorporar a Gordillo y su equipo a la campaña de López Obrador.
Las piezas claves para que Gordillo Morales pudiera seguir moviendo los hilos de la política desde su reclusión fueron Fernando González Sánchez, su yerno y subsecretario de Educación Básica durante el gobierno de Felipe Calderón; así como René Fujiwara, nieto de la maestra, exdiputado federal y operador de las llamadas Redes Sociales Progresistas Magisteriales.

La resolución de sobreseer el juicio que se le seguía a Gordillo Morales por los delitos delincuencia organizada y lavado de dinero no sorprendió a la maestra. De acuerdo con testimonios de personas que integran su primer círculo de colaboradores, desde antes de las elecciones ella calculaba que estaba próxima su libertad, por lo que comenzó a trabajar la parte legal con el fin de retomar el cargo de presidenta vitalicia del SNTE. “Habrá cambios cuando retome las riendas del gremio, sin duda, pero las represalias no están ahora en la mente de la maestra”, agregan las fuentes.

Rafael Ochoa Guzmán, exsecretario general del SNTE, celebró la liberación de Gordillo y dijo que ella está en mejores condiciones de salud.