Mal sabor de boca dejó renuncia de Zepeda a la Comisión Nacional de Hidrocarburos

Entre las empresas del sector energético ha dejado muy mal sabor de boca la renuncia de Juan Carlos Zepeda a la presidencia de la Comisión Nacional de Hidrocarburos a seis meses de terminar su cargo. Si bien es cierto que su carta de renuncia parece muy institucional y hasta asegura que se mantendrá como asesor de la CNH, a muchos les ha costado trabajo tragar esa píldora, puesto que es conocido el rompimiento entre Zepeda y Rocío Nahle, que ocupará la Secretaría de Energía en el próximo gobierno, por la intención de quitar la autonomía no sólo a esa comisión, sino también a la Reguladora de Energía. La impresión que quedó a muchos es que, después de haber perdido esa discusión en el Congreso de la Unión, Nahle ha estado buscando quién se la pagará. En el caso Guillermo García Alcocer y la Comisión Reguladora de Energía, la dinámica se ha dado de una forma diferente. No únicamente porque este hombre tiene un nombramiento de mayor plazo, termina en 2023, sino porque todos los comisionados han cerrado filas, lo que les podría convertir en un puente entre el nuevo gobierno y el sector energético. Saben que de acuerdo con el artículo 9 de la Ley de Órganos Reguladores en Materia Energética sólo pueden ser removidos por el Senado de la República y no por una decisión del Poder Ejecutivo. Sin embargo, se sabe que la relación es bastante tensa. La creencia de que Nahle no se ha rendido y que realmente está buscando cualquier camino para capturar a los órganos autónomos del sector energético, es un elemento más que se suma a la incertidumbre sobre el futuro de la economía mexicana. Una posición mucho más inteligente de la Secretaría de Energía sería respetar la autonomía de estos órganos y usarlos para que ellos fueran los que impulsaran aquellas decisiones difíciles que se tienen que tomar. (FUENTE: EXCELSIOR, “EN FIRME”, DAVID PÁRAMO, 15/NOV/2018).