Maldición Azul

Aunque casi es un hecho de que el próximo dirigente del PAN en Veracruz será Joaquín Guzmán Avilés porque la única manera de que sea José de Jesús Mancha Alarcón es que los Yunes se roben todas las urnas porque la aunque compraron de manera cínica y descarada votos no les fue suficiente, lo cierto es que algo muy extraño y siniestro sucede en ese partido.

El 10 de noviembre del 2018, un día antes de que se realizara la elección interna para a dirigencia estatal, falleció la madre de Guzmán Avilés, el día de la elección, el candidato que perdió la elección no asistió ni a votar para permanecer al lado del féretro de su progenitora.

Tras recursos legales, la elección fue anulada por el cochinero registrado por parte de ambos candidatos pero con más pruebas en contra de Pepe Mancha.

El pasado sábado, un día antes de la repetición de la elección interna con los mismos candidatos, la madre de José de Jesús Mancha Alarcón, quien además, era señalada como presta nombre de su hijo, también falleció, es decir, situaciones idénticas como augurio de la derrota.

Hasta la noche de este domingo, ambos candidatos cantaban victoria y buscan apoderarse del PAN que significa el control de las candidaturas del 2021 para la intermedia federal con los diputados y la Local para alcaldes y diputados locales y en nuncios de esos procesos, designar a los candidatos a la Gubernatura de Veracruz para el 2024, alcaldes, diputados, locales y federales, así como Senadores, esa es la razón por la ambición de controlar al PAN veracruzano.

Pero más allá de todo, no es una causalidad ni coincidencia la muerte de las progenitoras de quienes se disputan la dirigencia azul, precisamente un día antes de la elección, más bien se oficializa como un mal augurio.

Con la misma vara

Apenas tres días antes de que el Gobernador Miguel Angel Yunes Linares, el 28 de noviembre del 2016, el Fiscal veracruzano, Luis Angel Bravo Contreras quien había sido puesto por Javier Duarte de Ochoa con una mayoría aplastante de 41 votos en el Congreso de Veracruz y que tenía el cargo asegurado por nueve años de manera irrenunciable, renunció.

La mano dura de Yunes lo dobló y renuncio de manera “voluntaria” para dar paso a la entrada de Jorge Winckler Ortiz como Fiscal a modo del gobierno entrante. La operación para doblar al Fiscal de Duarte la hizo el propio Yunes, con el acuerdo de respetarlo y no meterlo a la cárcel, acuerdo que no cumplió y el día 18 de junio del 2018, Luis Angel Bravo Contreras fue detenido en la ciudad de México mientras disfrutaba de un partido de futbol en un restaurante, con la confianza de que existía un acuerdo para no ser detenido.

La historia se repite con otras variantes, sin negociación y sin acuerdos no cumplidos, el cólera es frontal y es un hecho que Winckler pagará caros sus retos al propio gobernador Cuitláhuac García Jiménez, es un hecho que será el primero de los yunistas en ser enjuiciado y tal vez encarcelado.

En Veracruz, la Fiscalía General no parece estar preparada para ser autónoma como la Constitución lo marca, los fiscales siguen siendo a modo del gobernante en turno y fungen como empleados e instrumentos para vendettas política, los miles de expedientes que se multiplican de manera orgánica todos los días, tendrán que esperar a que los políticos se cobren sus facturas.