MDI, la otra conquista

En tiempos de la Conquista, cuando los españoles arribaron a las playas de Veracruz, cuenta la historia que hubo intercambio de objetos entre los españoles y los mesoamericanos, principalmente mexicas y totonacas, aunque fueron los colonizadores quienes mayor ventaja sacaron al aprovecharse de la “ingenuidad” de los nativos, quienes entregaron joyas, pectorales y penachos de oro a cambio de “espejuelos”.

Ironías de la vida, varios siglos después, a la inversa, surge un nativo papanteco, de corazón y sangre totonaca, pero remedo de español que emula al conquistador Hernán Cortés, pues al frente de un nuevo partido político nacional se lanza a la conquista del poder por el poder sin ética ni principios, mancillando la memoria de sus ancestros al ser él quien ahora vende “espejitos” simbolizados en candidaturas para regidores, alcaldes, diputados locales, federales, senadores y, en algunas entidades, para gobernador, en las próximas elecciones del 2021.

Su nombre, Martín García Martínez, presidente nacional -que no líder- del Movimiento Democrático Independiente (MDI) quien solicitó ante el Instituto Nacional Electoral (INE) el registro como nuevo partido político nacional con sede en Papantla y el cual este año debe realizar 200 asambleas constitutivas en igual número de distritos para aprobar los nombramientos de sus estructuras, sus documentos básicos y afiliar a por lo menos 300 mil militantes en todo el país.

Con un estilo sui géneris, pues todo lo hace por teléfono, Facebook, WhatsApp y sin ni siquiera conocer a las personas, en una carrera contra el reloj, García Martínez ofrece puestos en las estructuras nacional, así como de las entidades federativas y municipales. El tiempo le está ganando, los meses transcurren y todo lo hace al vapor, de lo que se trata es de armar estructuras, ¿con quién?, con quien sea. Buenos, malos, peores, líderes o simples fantoches, no se sabe de dónde vienen, lo que puede incluso dar pie a que se infiltre hasta el crimen organizado.

Y es que este personaje no es político, es concertista y escritor, de ahí que por su inexperiencia venga cometiendo una serie de pifias al operar su partido como si fuera un juguete nuevo.

García Martínez promete a incautos e ilusas que se arrullan con su canto de sirena, candidaturas “gratuitas” rumbo al 2021, pero primero los explota económicamente exigiendo aportaciones recurrentes de 500, 1000, 2000 mil pesos o más, para financiar sus viajes por toda la República, comidas, hospedaje, otros viáticos, así como para la supuesta compra de mobiliario y equipo de oficina.

Sin embargo, cuando por las razones que sea, algún integrante ya no puede seguir aportando a la manutención del presidente nacional, su familia, similares y conexas, entonces “apuñala”, traiciona, degrada, quita, arrebata cargos a diestra y siniestra, tomando decisiones de forma unilateral, sin el consenso del Comité Ejecutivo Nacional al que se pasa por el arco del triunfo.

Nos cuentan que el Movimiento Democrático Independiente, no es un partido político, porque aún no tiene el registro, tampoco se trata de un proyecto serio, sino es un sueño del personaje al que nos referimos y al mismo tiempo de una empresa personal de la que se mantiene a base de “aportaciones voluntarias” de los militantes a los que les ha dado cargos, pero a valores entendidos les cobra esas posiciones o se las quita.

Así destituyó a la ex presidenta del Comité Directivo Estatal en Veracruz, a la secretaría de Prensa del Comité Nacional, a la Secretaria de Asuntos de la Mujer del Comité Estatal veracruzano, a la presidenta del Comité Municipal en Poza Rica, a la presidenta y al secretario general del Comité Estatal de Ciudad de México, así como a dos secretarios generales y a la secretaria de Finanzas, nacionales, por citar tan sólo unos ejemplos.

En la escuela del mundo del revés a la que ya me he referido en ocasiones anteriores, el totonaca, ahora tiene aires de grandeza, de superioridad y cree tener el derecho de pisotear a quien se le antoje. Graso error, no debe subestimar a nadie porque no hay enemigo pequeño.

Hace poco más de una semana circuló a través de las redes sociales que Martín García Martínez estuvo en la ciudad de Xalapa para tomar la protesta y entregar nombramientos a los integrantes del Comité Directivo Estatal de Veracruz, así como a los del Comité Directivo Municipal de Xalapa, para lo cual se presentó en el concurrido Café de la Parroquia del centro de la capital, utilizó sus instalaciones y luego al parecer se iban sin pagar la cuenta, pues tanto él como los nuevos líderes eludían esa responsabilidad. Es decir, se presentaron con el pie izquierdo en la capital política de Veracruz.

De sus romances, acoso y otros pecadillos, de los que ya tengo en mi poder las conversaciones del whatsapp que lo prueban, le platico en breve, al cabo que existe mucha tela de dónde cortar. Historias de la partidocracia.