Será difícil, pero no imposible que el alcalde de Veracruz, Ramón Poo Gil, deje en orden el tema de agua y saneamiento en su municipio después de la desaparición del SAS, cuyo sindicato vaya que le ha hecho pasar un mal rato al munícipe, y a los ciudadanos, pero este lunes se dio un paso fundamental al anunciar una multimillonaria inversión en la materia.
Este día, en su calidad de presidente del Consejo Consultivo del Instituto Metropolitano del Agua, Poo Gil presentó los programas de Mejora y Eficiencia de Operaciones, Sistema de Agua Potable y Sistema de Saneamiento para el puerto jarocho: casi mil 400 millones de pesos para dar mantenimiento y modernizar el sistema que en algunas partes de la ciudad, tiene más de 100 años sin que se haya intervenido.
Es, quizá, el capítulo final a una larga transición entre el antiguo operador intermunicipal de agua, al sistema público-privado que representa Grupo Mas. No fue fácil, el alcalde tuvo que sortear, conciliar y resolver un conflicto que se antojaba más largo, costoso y en detrimento de la sociedad porteña por los bloqueos, cierres de válvulas y plantas de agua.
Eso se acabó.
El programa que hoy anunció Ramón Poo incluye, entre otros rubros, 77 millones de pesos para mejorar y eficientar las operaciones del sistema; 44 nuevos pozos, planta potabilizadora y 58 kilómetros de red de agua potable, sustitución de redes y tomas de agua, con una inversión de 358 millones, además de la rehabilitación de 19 plantas de tratamiento de aguas, así como la construcción de dos nuevas, y la introducción de nueva red de alcantarillado de 84 kilómetros, todo para el periodo 2017-2019.
Sin duda, de concluirse en tiempo y forma, los porteños recordarán, y bien, la administración de Poo, pues el tema era, insistimos, una añeja demanda.
