National Geographic analiza la mirada racista y llena de clichés que tuvo en el pasado

National Geographic hace autocrítica. La revista ha analizado los componentes discriminatorios que tuvo en el pasado en su número de abril, un monográfico sobre cuestiones raciales que abre con una foto de portada de dos hermanas gemelas birraciales, una de rasgos más blancos y otra de rasgos más negros, y con el titular: Black and White.
La palabra Black, sobre la niña más blanca. La palabra White, sobre la niña más negra. Una manera de expresar que son dos y la misma, o el conocido lema de Somos diferentes, somos iguales.
El editorial se titula Durante décadas, nuestra cobertura fue racista. Firmado por la editora de la revista, Susan Goldberg, aborda la blanca mirada etnocéntrica y cargada de tópicos que tuvo en el pasado. La periodista dice que su publicación “hasta los años setenta básicamente ignoró a la gente de color que vivía en Estados Unidos, rara vez identificándolos como otra cosa que no fueran trabajadores o empleados domésticos”. Y afirma que los indígenas de distintos lugares del mundo eran retratados como “exóticos” o como “cazadores felices y nobles salvajes”. “Toda clase de clichés”.
National Geographic contrató para este número los servicios de John Edwin Mason, un académico de la Universidad de Virginia especializado en historia de la fotografía e historia de África. Su encargo fue revisar ejemplares viejos de la revista, fundada en 1888 en Washington (Estados Unidos), y evaluar su enfoque desde el punto de vista racial y étnico.
Mason encontró numerosos ejemplos de las características reconocidas por la publicación en el editorial. Ejemplos: en 1916 se definía a aborígenes australianos como los que tenían “el rango de inteligencia más bajo de todos los seres humanos”; en 1962 mostraba a un fotógrafo blanco enseñándole su cámara a unos paisanos de Timor –una imagen reiterativa en la revista, esa del hombre blanco con tecnología ante nativos alucinados–; en otro artículo de 1962 sobre Sudáfrica no se entrevistaba ni a un solo sudafricano negro ni se mencionaba que dos años antes 69 negros habían sido asesinados por la policía en Sharpeville.
El profesor Mason concluye que National Geographic no mostró durante décadas ningún interés por ofrecer una visión más rica y desprejuiciada de la diversidad, a diferencia de otra publicación estadounidense como Life, que según él sí hizo ese esfuerzo. National Geographic, según Mason, “reforzó” desde “su tremenda autoridad” mensajes tópicos y discriminadores en unos Estados Unidos en los que, dice, “los americanos se formaban su idea del mundo con las películas de Tarzán”.
Susan Goldberg, que apunta que ella es la primera mujer y primera judía al frente de la revista National Geographic, lamneta tras repasar la investigación del académico: “Algunas de las cosas que se encuentran en nuestros archivos te dejan sin palabras”.