Navidad y administración pública

Estamos en la víspera de la noche buena, de la navidad, esa noche que es un hecho tradicional para la reflexión individual y familiar, los viejos de cada familia acostumbraban pegar al brindis un pequeño discurso haciendo un balance espiritual de lo bien o mal en que se terminó el año, finalmente, la Navidad es un omento de regocijo y festejo y hay sido como haya sido las familias se juntan para festejar la acostumbrada cena de Navidad.

Obviamente que para el interior de cada persona en su interior y alrededor del festejo navideño, la época invita a repensar nuestro comportamiento durante todo el año, los compromisos por venir y las pautas a seguir para el 2020 nos requieren de tiempo y compromiso.

La navidad, fuera de la influencia comercial, se ha caracterizado por ser un festejo muy humano, solidario y de recomposición espiritual, por supuesto, privilegiando a nuestros amigos y familiares con los buenos deseos para las vicisitudes que se avecinan; los anhelos y buenaventura se desean al por mayor, hay reconciliaciones con nuestros valores, abrazos, tristezas, amor y razones existenciales para vivir.

La sociedad mexicana, veracruzana y, en sí, de cada rincón, en cada municipio y región de Veracruz nos olvidamos de lo que en año anterior nos dejó, “Hoy será Nochebuena y ya mañana se verá”, está bien, pero a estas alturas de la vida es necesario que esa noche de reunión filial y fraterna se dedique un tiempo para planear los desafíos que la vida requiere en el año por venir.

Es importante tener en cuenta que el gobierno y las instituciones que conforman la administración pública del país, estado y municipios, principalmente están preparando un ejercicio con ajustes ajenos a los mexicanos que están distraídos con las fiestas; por lo tanto, hay que estar muy atentos en cómo se va a ejercer la política económica en el próximo año y venideros, los ajustes políticos, económicos y sociales has estado maquilándose para implantarlos en el 2020, sin que la opinión pública este consciente de lo que representará la aplicación de las normas, reformas e instauración de las medidas económicas que se han estado construyendo para el próximo año..

La óptica política nacional se circunscribe en mantener las acciones de austeridad y que se reflejan, principalmente, en la contención del gasto público, más imposiciones recaudatorias de dinero para el gobierno, despidos y ajustes salariales, poco desarrollo y menos progreso con recortes presupuestales que pudieran ahogar y abatir la tranquilidad de los mexicanos.

Las políticas avasallantes del nuevo tratado comercial con los Estados Unidos que, con la política internacional de Trump, en ocasiones someten las posibilidades de mantener una balanza comercial equilibrada y, más bien, parece una medida autoritaria de comercio, muy a modo, de lo que los gringos pretenden con nuestra economía y nuestros productos.

El SAT, garante del gasto público, severo analista del origen y destino de los recursos, aceita los operativos en la división de Inteligencia Financiera que estará inmerso en todas las operaciones y transacciones que los ciudadanos realicen o hagan, compren, ahorren, ingresen y gasten, todo lo que implique algún pago por bienes y servicios deberán estar garantizados, fundamentados y facturados, ya que se obligará al ciudadano que los pagos se efectúen con tarjeta de débito y crédito.

La fiscalización a los ciudadanos que se dedican a l construcción, proveeduría, industria, bienes y servicios tendrán que acoplarse a las nuevas medidas financieras que el gobierno imponga. Todo ello al cierre del 2019 se han estado construyendo para su aplicación a partir del primer día hábil del 2020.

Obviamente, la euforia de los ciudadanos por festejar estas fechas de reconciliación espiritual, para la convivencia social, para que la sociedad obtenga de ese gobierno fiscalizador y austero, la esperanza de que así como se cuidará el ingreso y gasto de cada mexicano, en ese tenor, los ciudadanos esperamos que se haga lo mismo con el ingreso y gasto del comercio y actividades antisociales como la corrupción y delincuencia del crimen organizado, que, con tanta especialidad electrónica en dar seguimiento al dinero, capaz que será una herramienta efectiva contra todo el dinero que ingresa a las bandas crínales.

Y este planteamiento se deduce de toda la parafernalia que pretende el SAT y el Gobierno austero del Presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador, para identificar, insisto origen y destino de todos los que perciben nómina e ingresos en cuentas personales. Entonces que sea parejo, insisto, para poder inhibir el gasto que representa comprar sustancias prohibidas que se venden, consumen, transportan y se comercian impunemente.

Por fin la corrupción que, también, genera inmensos recursos serán fiscalizados y ahora cualquier enriquecimiento ilícito se podrá monitorear de inmediato y se sabrá quien o quienes están recibiendo recursos en cantidades sospechosas.

La política en estas fechas, es un anhelo de los ciudadanos para que su ejercicio se convierte en todo lo que erradique la afectación de la convivencia social, en México continua el gran problema que genera la pobreza, a menos recursos invertidos la economía de la país, los estado y municipios, no tienen oportunidad de que el dinero circule, esa situación esperamos que esté prevista con la política de austeridad para que no se convierta en un flagelo.

El regreso a políticas de producción agrícola y ganadera debe estar planeada para que la autosuficiencia alimentaria se resuelva y podamos quitar el hambre a los mexicanos que menos tienen, en el campo y en los cinturones de miseria de los centros urbanos.

La violencia e inseguridad deberá controlarse desde las corporaciones policiacas y de seguridad para que los mexicanos podamos desarrollar y proveer lo necesario a la familia y a la ciudad en que se vive aportar nuevas expectativas de supervivencia con nuestra producción de lo que sea, pero, que contribuya para salir adelante.

Esperanza, anhelo, deseos de fraternidad, encuentro, solidaridad, reconciliación, amor, discernimiento para la vida, lazos de unión entre mexicanos racionales y emocionales, pero, sin dejar esos deseos para que nuestros gobiernos se unan a esa gran unidad y no se siga promoviendo la división, confrontación y odios contra los que no piensen igual que yo.

Los mexicanos queremos que la política nos una a la convivencia ciudadana y fraternidad, no queremos ver al Gobierno como enemigo que engendra odios y visceralidades, queremos Paz y concordia nacional. Es importante que el espíritu de esta época del año se realice con el impacto para que en 2020 se logren conjuntamente, estado y ciudadanos, los anhelos de los ciudadanos y los beneficios de las políticas públicas. Feliz Navidad y que nos alcancen los buenos deseos.-

Suburbio 1
Recuperemos la confianza en la política