Ni una más

+ El reto del DIF Estatal
Las mujeres de Veracruz y de México demostraron su capacidad de organización para exigir a los tres niveles de gobierno el fin a la impunidad; los gobernantes que no leyeron de esa manera las marchas del domingo y el paro de actividades de este lunes, estarían colocándose la venda de la auto complacencia. La demanda de las mujeres es al Gobierno, no al actual ni a los pasados, ni al federal ni al estatal, ni al municipal. Es simple y sencillamente al gobierno en su concepto global que ha permitido la impunidad que germinó el fenómeno que llevó a la anarquía en los abusos y agravios constantes en contra de las mujeres, uno de los sectores vulnerables con todo y su empoderamiento alcanzado.
Sin embargo, es al actual gobierno al que le explotó la bomba y no de gratis. Minimizar los delitos contra las mujeres significó potencializar la impunidad y también el encono femenino; Prueba de ello fue que precisamente en las primeras horas del Día Internacional de la Mujer, una adolescente de apenas 16 años y embarazada fue víctima de asesinato junto con su hijo por nacer.
Los hechos ocurridos en la colonia Fernando Gutiérrez Barrios de Boca del Río enardecieron las multitudinarias marchas porque los crímenes no se detienen aquí en Veracruz. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dijo que con corte al mes de febrero de 2019 se ubica a Veracruz en el primer lugar de esos delitos en lo que va del año con 21 víctimas, además de 25 secuestros a mujeres.
Para ser más precisos, la tasa de presuntos delitos de feminicidio por cada 100 mil habitantes en Veracruz es de 0.49 cuando la media nacional es de 0.23. Los números no mienten y ante la pasividad de la autoridad, las mujeres gritan y claman justicia.
Como todo evento multitudinario, alcanzó la inconsciencia de las masas y por momentos se desbordó en actitudes de violencia con consecuencia para la infraestructura urbana, edificios o comercios sin alcanzar daños físicos a personas.
Del coraje, rabia y desesperación de las mujeres expresado este domingo para exigir justicia y atención, este lunes las mujeres pasarán a la acción de la inacción para demostrar que no sólo saben unirse y luchar, sino que también son parte del motor que mueve a la economía, el desarrollo, la burocracia, la educación, la salud, las fuerzas armadas, las fábricas y muchos otros sectores más en los que la labor de las mujeres es fundamental.
A las convocatorias han respondido muchas más de las que se pronosticaban, el coraje es el mismo de quien ha sufrido una agresión que de quien marcha y protesta en solidaridad y más aún en prevención. Así será también la expresión colectiva de este lunes en los centros laborales.
La negación en los centros laborales públicos o privados para que las mujeres participen en la protesta de este lunes, es también violencia.
El reto del DIF Estatal
La llegada de Rebeca Quintanar Barceló a la Dirección General del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) fortalece el poder del Secretario de Gobierno, Eric Cisneros ya que de su oficina han salido mujeres para puestos claves, la primera fue Verónica Hernández para ser la Fiscal provisional del Estado de Veracruz cuando por fin hallaron la madera de deshacerse de Jorge Winckler Ortiz.
Tras el presunto mal manejo de unos 400 millones de pesos en tan sólo un año, de parte de la Verónica Aguilar Tapia, desde la oficina de la Secretaría de Gobierno es enviada la Directora de Eventos, Rebeca Quintalar Barceló.
Sin embargo, la nueva directora tiene frente a ella el reto de superar las pésimas administraciones pasadas que además de titular de la Dirección, tenían una patrona, que era la esposa del gobernador en turno y que por desgracia para las clases vulnerables manipularon desde presupuesto hasta programas con el único propósito de beneficiarse económicamente.
Rebeca es una mujer preparada y con experiencia en la administración pública que asume el reto de transmutar de la indecencia a la utilidad real esa oficina de gobierno destinada a los grupos vulnerables de la sociedad para elevar la calidad de vida de familias completas desde los programas que existen pero antes se torcieron por intereses personales, partidistas y económicos de quienes estuvieron al frente.