No hay distancia entre gobernantes y gobernados, la forma de hacer política de AMLO es mejor que la de sus antecesores

En todos los sectores de la sociedad, desde los poderosos económicamente hasta los más empobrecidos, la queja recurrente fue que nunca hubo cercanía con la autoridad y la solución a sus problemas, no llegaba por más solicitudes de audiencia, manifestaciones y plantones, pues con la fuerza pública bastaba para disuadir cualquier reclamo de la población

El estribillo con que se estigmatizó al expresidente Carlos Salinas de Gortari, cuando agobiado por tanto reclamo al final de su gobierno dijo: a las manifestantes y a los críticos, “ni los veo, ni los oigo”. Y los expresidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, también cayeron en esa “justificación” para eludir el reclamo de los mexicanos, ante la falta de atención para resolver las quejas ciudadanas.

López Obrador sabe bien que el descontento del pueblo con sus gobernantes, fue por ese abandono de tantos años, que terminó dividiendo a los mexicanos en ricos y pobres, con exclusión de los “dueños de México”, que se sirvieron hasta la saciedad de los recursos públicos recaudados por el cobro de los impuestos, por la explotación fraudulenta del petróleo y por el robo del patrimonio público.

Andrés Manuel López Obrador, desde su primer intento por llegar a la Presidencia de la República, vislumbró que el gobierno de Vicente Fox, sólo fue considerado como de la “transición democrática”, por haber derrotado al PRI; sin embargo, no hubo ningún cambio trascendente, y su sucesor Calderón Hinojosa también del PAN, hizo lo mismo, hasta constituir un PRIAN que devolvió Los Pinos al tricolor con la llegada de Enrique Peña Nieto y el fallido compromiso de reciprocidad, que no se dio por los pleitos internos del PAN y la salida de la ex primera dama Margarita Zavala de Calderón.

Ahora que gobierna al país, AMLO se pasa de las conferencias mañaneras, a las reuniones de trabajo con miembros de su gabinete y con representantes de la iniciativa privada y grupos demandantes de atención gubernamental. No se aleja el Presidente de quienes votaron por él y hasta de quienes no emitieron el sufragio a su favor.

Las giras de trabajo a la provincia, se convierten en “hacer política y más política” fortaleciendo el liderazgo de don Andrés Manuel López Obrador, y el pueblo va constatando que López Obrador, es de carne y hueso y no un hombre de papel o de TV.