Mientras que comisiones de la Cámara de Diputados esta semana se aprobó el Dictamen de la propuesta de reducir en un 50 por ciento las prerrogativas a los partidos políticos, que seguramente se someterá al Pleno la próxima semana y se aprobará, en Veracruz 14 asociaciones presentaron en enero pasado sus cartas de intención para convertirse en partidos políticos locales. Sin embargo, sólo fueron aprobadas 11 para iniciar el cumplimiento de los requisitos, básicamente de asambleas, pero al paso que van al parecer ninguna tendrá la capacidad de cumplir.
Por ejemplo, la semana pasada una más desistió, el Movimiento Intercultural Veracruzano notificó al OPLE su decisión de abrirse, al darse cuenta de que no tenía ninguna posibilidad de lograr las asambleas necesarias.
Las 10 asociaciones civiles restantes presentan números rojos en la organización de sus asambleas a pesar de que algunas ofrecen despensas y dinero en efectivo para afiliarse a sus movimientos. Hasta octubre, se habían convocado a 230 asambleas, de las cuelas 163 se validaron por el OPLE y 67 se suspendieron por falta de quórum.
Las estadísticas que ofrecen los aspirantes a tener partidos políticos locales, son deprimentes, las razones son muy simples; los veracruzanos están hartos de los partidos políticos y dos, esas organizaciones no son capaces de presentar una propuesta real de movimientos social que empate con los ciudadanos.
Las organizaciones más aventajadas cubren apenas el 55 por ciento de las 30 asambleas distritales o las 134 municipales y se trata de PODEMOS y de Bienestar y Justicia Social, pero eso no significa que logren el objetivo pues les quedan menos de 60 días.
Así que los políticos que están atrás de las asociaciones civiles que pretenden ser partidos locales, tendrán que buscar nuevas opciones o regresar a los partidos de los que salieron porque es más que evidente el rechazo de la sociedad nuevas organizaciones políticas, sobretodo si en sus filas existen personajes que ya demostraron su ineficiencia como servidores sociales.
CAB igual que MAS
Al igual que en Veracruz en Grupo MAS, en Boca del Río, el CAB empresa que bajo el esquema de inversión pública-primada recibió el beneficio de la concesión de la administración del servicio de agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas, no da bueno resultados, todo lo contrario, sólo buscan enriquecerse con tarifas altas y pésimo servicio
En Boca del Río, las aguas residuales se descargan al mar sin ningún recato en plena zona turística, mientras que las autoridades municipales se hacen de la vista gorda, las estatales las imitan y las federales ni qué decir.
Así que las empresas que aumentan las tarifas a placer y de manera unilateral en contra del usuario que recibe mal servicio están en completa libertad de abusar y de contaminar sin problema.
En el bulevar de Boca del Río se observan las descargas de aguas negras que van directo al mar, sin tratar y sin respeto alguno al medio ambiente. Hasta ahora ni el GRUPO MAS ni el CAB han sido objeto siquiera de alguna observación mucho menos de una sanción por la contaminación que provocan al derramar aguas negras al mar, eso es el resultado del esquema de co-inversión publica privada con más beneficio a la parte privada con la complacencia de la parte pública.
El problema se acentúa con fenómenos como el de este jueves que sacó las aguas del mar, precisamente en la tramo del Bulevar Avila Camacho, donde se observan las descargas de aguas negras.
