Nos dieron el ‘avión’

Todo indica que lo del NAIM, Santa Lucía y el TP-01 se diseñó en una cabina de simulador
Por más que la anuncian como la aeronave más emblemática del continente y orgullo de la nación, nadie se ha interesado en comprar el avión presidencial mexicano.
El mentado transporte, que más que emblemático parece el obscuro objeto del deseo del presidente López Obrador, no le interesó a las aerolíneas y tampoco fue atractivo para míster Trump, a quien el Tlatoani dice habérselo ofrecido, incluso, mediante trueque.
El asunto es que una ocurrencia de campaña (muy fructífera, por cierto) ya se convirtió en un problema, porque el tenerlo parado un año, costó la friolera de 30 millones de pesos, situación difícil de justificar en la república ‘cuenta chiles’.
A esto se agrega, que el tabasqueño ha dicho que el dinero de la venta se utilizaría para reducir el flujo migratorio de Centroamérica, llevar agua a Zacualtipán, Hidalgo, además de apoyar a las víctimas de la violencia y otros menesteres, cosas que no se han cumplido.
En resumidas cuentas, el aeroplano de marras no ha generado ganancias y si costos, sobre todo políticos, porque no de no concretarse su comercialización, será un fracaso de la 4T.
Así pues, si el asunto no camina, los mexicanos seremos mártires de un ‘avionazo’ presidencial.