Este jueves, con la aprobación de más de las dos terceras partes de la Legislatura, el Congreso del Estado nombró y tomó la protesta de ley a cinco magistradas y un magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial del Estado, a propuesta del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Se trata de Alma Rosa Flores Ceballos, Lizbeth Aurelia Jiménez Aguirre, Itzel Castro Castillo, María Lilia Viveros Ramírez y Aileth García Cayetano y Antonio Sobrevilla Castillo, quienes contaron con 39 votos a favor para su designación.
Dentro de los votos de mayoría calificada, están los legisladores de la bancada panista que están plenamente identificados con el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, acérrimo enemigo del presidente Andrés Manuel López Obrador y la Cuarta Transformación.
Destacan entre estos la diputada María Josefina Gamboa Torales, una de las más cercanas del círculo de los Yunes desde hace muchos años; Sergio Hernández Hernández, quien encabezó el Congreso la pasada Legislatura, y por el que pesan señalamientos graves de malos manejos; Juan Manuel de Unanue Abascal, candidato de los Yunes para Boca del Río; y Montserrat Ortega Ruiz, esposa del exdirigente estatal del PAN, Pepe Mancha, peón de los Yunes que ahora busca la alcaldía de Tuxpan, donde gobierna su primo.
Otros que también forman parte de ese grupo: María Graciela Hernández Iñíguez, María de Jesús Martínez Díaz y Ricardo Serna Baraja.
Pues bien, aunque en un principio se pensaba que quizás habría algo de oposición, los legisladores yunistas finalmente se rindieron ante las propuestas enviadas por el gobernador, operadas por el diputado Juan Javier Gómez Cazarín, y aceptaron sin chistar la llegada de las nuevas magistradas y magistrado.
Esto también se interpreta como un mensaje de bandera blanca que parece provenir del exgobernador panista, pues los legisladores que controla no se mandan solos y obedecen órdenes e intereses del exmandatario estatal. En este sentido, quienes conocen la manera de operar del expriista (y ante el escenario de detenciones de alto nivel que se están dando), pareciera que lo último que quiere Yunes Linares es tener problemas con la 4T.
Lo anterior también muestra una clara división entre los grupos panistas tradicionales y los yunistas, pues los primeros (Enrique Cambranis, Nora Jessica Lagunes, Omar Miranda y Bingen Rementería) votaron en contra, de acuerdo a las indicaciones de su dirigente estatal Joaquín Guzmán Avilés.
Pero por lo que se ve, Guzmán Avilés queda como un dirigente sin peso para comandar a sus diputados, pues prácticamente toda la bancada, a excepción de los cuatro mencionados en el párrafo anterior, se rebeló contra el líder partidista.
Si a eso se le suma lo que queda del cascarón del PRD y un PRI muy debilitado (que ya ni los pelan en las conferencias de prensa en conjunto), la mentada alianza de la que tanto se habla, el PRIANRD, parece que no tendrá mucha fuerza que digamos.
Tampoco se puede dejar de lado que el grupo de los diputados de Morena identificados con el superdelegado Manuel Huerta Ladrón de Guevara, y liderados por el diputado Maleno Rosales, se abstuvieron de votar. Es decir, simplemente no quisieron dar su voto a favor por las diferencias que este grupo tiene con la cúpula gobernante del partido lopezobradorista en Veracruz, pero tampoco son tan obvios (pero sí muy torpes) para demostrar su voto en contra; en la práctica, esta abstención sólo demuestra una rebeldía insensata y sin sentido del grupo Huertista… y eso lo saben allá en el Altiplano.
A saber: se trata de los diputados Cristina Alarcón Gutierrez, Augusto Nahum Alvarez Pellico, José Andrés Castellanos Velázquez, León David Jiménez Reyes, Jessica Ramírez Cisneros, José Magdaleno Rosales Torres y (¡SORPRESA!) Ana Miriam Ferraez Centeno.
Por cierto, en los pasillos legislativos se comenta que, con su abstención, la legisladora Ana Miriam Ferráez queda en automático fuera del equipo cercano al gobernador, donde alguna vez se le vio en los inicios de la era Cuitláhuac.
