Los focos de rojos alerta ya deberían encendidos, pero no, y no se van a prender, porque significaría que Aurelio Nuño Mayer se equivocó desde la cúpula de la Secretaría de Educación Pública, solapado por el presidente Enrique Peña Nieto.
Y es que no llego a comprender cómo las autoridades máximas del país hayan llegado a pensar en quitar a la educación física como una materia durante preescolar y primaria, y aunque al final recularon realmente, su solución fue dejar una miserable hora a la semana para los niños entre los tres y los 12 años. Después, en la secundaria, ya es de dos horas a la semana.
Pero ¡qué poca madre!
En ese rango de edad el 33 por ciento de los infantes padecen obesidad, según estadísticas de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016, dándose una disminución en varones; es decir, las niñas son las que enfrentan más este mal.
Los porcentajes no varían mucho con el paso de los años de estos individuos, complicándose más en zonas rurales, y con el nuevo Modelo Educativo las cosas se podrían poner aún, aunque en la adolescencia se rozan cifras cercanas al 40 por ciento, o sea que cuatro de 10 jóvenes la padecen.
El delegado de la octava región en México de la Federación Internacional de Educación Física (FIEP, por sus siglas en inglés), Héctor Jesús Pérez Hernández, explicó que el problema no es de ahora, sino que se viene arrastrando de tiempo atrás y son las direcciones estatales de educación física las que han mostrado cierta autonomía y tratan de aumentan la carga, aunque no mucho.
Sin embargo, cabe resaltar que las autoridades de la educación en México consideraron, en un primer término, que la educación física no influye en el aprendizaje de los niños y jóvenes del país, por lo que la reacción no se hizo esperar y de diferentes frentes se atacó para que no se aboliera; sin embargo, el mapa curricular quedó circular, volviéndose cerrado y sin opción a variables.
Gracias México.
La intención es que se cambié de postura, lo que podría suceder en mayo, dejando cierta autonomía curricular, en donde la responsabilidad de decisión recaerá en la dirección de la escuela o en el colectivo de docentes.
Para colmo de males, se tenía también la intención de cambiar la educación física, usando ese tiempo para deporte, hacerlos competir desde muy pequeños en ligas de diferentes disciplinas, estresando a pequeños a esas edades, pero es un boceto que espero no se cuaje, para no lastimar un proceso por adelantar pasos de forma abrupta.
Habrá que esperar cómo queda el programa de educación física para todos los niveles, ver el contenido que se abordará y los fines, a partir de ahí se sabrá qué tanto daño hizo el nuevo Modelo Educativo.
Hasta la vista.
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