Por si no lo sabían, amigos, el Presidente Peña Nieto se apresta a emprender una gira a Guatemala. Si ustedes recuerdan, en Guatemala es en donde está preso Javier Duarte, ex Gobernador de Veracruz, quien se robó todo lo que no estaba anclado en el Estado… ¡y más! ¿Será coincidencia? Realmente con las broncas que hoy trae México, ¿a qué va a Guatemala el Presidente? Aquí trae las manos llenas con asesinato de periodistas, ahora en Culiacán, asesinato de hijo de periodista en Jalisco, renegociación del TLC con un Secretario de Economía apanicado por tocar el tema de la fructosa que nos “dumpea” Estados Unidos, violencia en la frontera y en otras zonas del País, cuerpos policiacos corrompidos hasta el tuétano por el narcotráfico (Zihuatanejo), desgaste institucional, un PRI que se desmorona con un presidente nacional al frente que no da una ante un partido cuyos miembros protagonizan escándalo tras escándalo de corrupción, sin que Ochoa Reza actúe proactivamente por sacudirse el negro manto que apesta a azufre y los cubre ya casi por completo… Mientras, el Presidente se va a Guatemala… ¿a qué va? Nada tiene que hacer ahí, salvo que sea una visita de cortesía para arreglar con su homólogo guatemalteco que Duarte no pise México hasta finales del 2018, y mientras asegurar que no suelte la sopa como, por ejemplo, cuánto de lo que se robó en Veracruz entregó en efectivo para las campañas del PRI, incluyendo la presidencial del 2012… Duarte, como muchos pájaros de cuenta, sabe dónde está enterrada la mayoría de los cadáveres de los regímenes priistas; a nadie le conviene que pise México, pues habría muchas preguntas cuyas respuestas serían vergonzantes para -de nueva cuenta- el PRI y sus representantes… (Fuente: Reforma, Manuel J. Jáuregui, 17/MAYO/2017).
