Hasta el día de ayer las Instituciones Internacionales registran la existencia de 195 países en todo el mundo. En África 54 países; en Asia 48 países; en Europa 44 países; en América 35 países y en Oceanía 14 países. Los cinco continentes y su composición geográfica donde vive la humanidad que puebla el planeta.
El país con mayor número de población es China, con un registro de 1,388,232,693 personas; le sigue en importancia numérica la India; en tercer sitio se encuentra Estados Unidos de Norteamérica con una población de 326,474,013 personas; le siguen Indonesia; Brasil; Paquistán; Nigeria; Rusia con 143,375,006 personas y en décimo lugar se registra a México con una población de 130,222,815 personas.
Por múltiples razones la importancia de México en el mundo, hace que el interés por la renovación del gobierno, no solo sea de los mexicanos radicados en el país, sino también de los radicados en el extranjero y de otros países del mundo, en los que se conoce el potencial económico y las riquezas naturales, mal administradas, que en lugar de ubicar a México como una potencia mundial, se le califique como un país de tercer mundo, con una economía emergente, ahora invadido por el cáncer que representan la criminalidad, la inseguridad, la impunidad y la miseria extrema en que vive la mitad de su población.
La eleccion presidencial del próximo 1º de julio, se considera que puede convertirse en detonante de un estallido social, para el caso de que los actores políticos, sus partidos, autoridades electorales y autoridades gubernamentales, no logren un consenso sobre el resultado que arroje el conteo de votos de la jornada electoral a celebrarse dentro de 113 días. Por lo que la madurez y el patriotismo de los mexicanos, serán los elementos indispensables para aceptar el resultado final de las elecciones más competidas que han habido en México.
A la fecha, el puntero en las encuestas Andres Manuel López Obrador, señala que si el resultado de la elección le favorece se irá a los Pinos, pero si el resultado le es adverso y con trampa, se irá a Palenque Chiapas y dejará que los hacedores del fraude electoral, se encarguen de amarrar “al tigre”, puesto que el tabasqueño no está dispuesto a detener a la gente y deja esa tarea a quienes resulten responsables del desastre electoral. Amarrándose el dedo, AMLO expresó que “a Peña Nieto, le concede el beneficio de la duda”. ¡Nada tonto!
