POLÍTICOS VERACRUZANOS HONESTOS, AUSTEROS Y EFICACES.

Tres ex gobernadores veracruzanos, han sido reconocidos como honestos, austeros y celosos guardianes del erario público. En orden de desempeño, la historia local registra a don Adolfo Ruiz Cortines, como un personaje Fuera de Serie, que jamás se preocupó por ocultar la justa medianía de sus ingresos, para sostener su vida privada; de la que dieron cuenta, el “acervo hereditario” que dejó don Adolfo; y su manutención y bienes muebles e inmuebles, que constituyeron su patrimonio familiar.
El segundo mandatario local, calificado por los veracruzanos, como un gobernante honesto, austero y buen administrador de las finanzas y el patrimonio estatales, lo fue el licenciado Ángel Carvajal Bernal, quien gozó de la confianza de los ex presidentes Adolfo Ruiz Cortines y Miguel Alemán Valdes; con el primero fue gobernador del estado, de junio de 1948 a noviembre de 1950; con el segundo, fue Secretario de Bienes Nacionales, de agosto de 1951 a noviembre de 1952; y con Ruiz Cortines también, fue Secretario de Gobernación de 1952 a 1958.
El tercer gobernador del estado de Veracruz, que mereció los calificativos de honestidad, austeridad y buen administrador financiero estatal, lo fue el licenciado Agustín Silvestre Acosta Lagunes; economista de profesión, egresado de la UNAM; con estudios de posgrado en la Universidad de New York y en Ginebra Suiza. Para después desempeñar una diversidad de cargos públicos, que le permitieron conocer la operación de Almacenes Nacionales de Deposito, S.A.; el Banco de México, S.A.; el Sistema de Transporte Colectivo de Aeropuertos y Servicios Auxiliares y los Fideicomisos Públicos del Lago de Tequezquitengo y del Balneario de Agua Hedionda; la Dirección de la Casa de Moneda y la Subsecretaría de Ejecución Fiscal.
Para esos tres ex gobernadores veracruzanos, jamás fue signo de preocupación, el concepto de “Deuda Pública”, y mucho menos se llegó a mencionar como un problema grave para la entidad, que las partidas del gasto público, llegaran a superar a los “ingresos del estado”. Es decir, nunca existió una quiebra financiera como la que hoy afecta al gobierno estatal y a la iniciativa privada, debido a que los prestadores de servicios al gobierno, se han convertido en una lista de acreedores del gobierno, que no tienen para cuando hacer efectivos sus créditos y que muchos de ellos, están quebrados y enfrentan serios problemas judiciales, mercantiles y laborales.
El nombre del principal responsable de la crisis económica y quiebra financiera de Veracruz, es Javier Duarte de Ochoa, a quien de nada sirvieron su juventud, preparación académica, inteligencia y conocimientos políticos; pues en un contrasentido con los más honestos ex gobernadores de Veracruz, el pueblo lo ha calificado como el más “Deshonesto”de los ex gobernadores del país; debido a que el doctor Javier Duarte de Ochoa, su familia y círculo de amigos y colaboradores, resultaron a la vuelta de seis años, calificados como los más ambiciosos, perversos y sin vergüenzas.
Hoy se requiere resolver las dos principales demandas de los veracruzanos. Por un lado la quiebra financiera, mediante la reducción a su máxima expresión del gasto corriente; aplicando con eficacia los recursos destinados al gasto público; y reduciendo hasta donde la burocracia lo soporte, la nómina oficial. La otra demanda de los veracruzanos, que resulta urgente de solución, se refiere a parar de una vez por todas la “Inseguridad”. Y este segundo reclamo, resultaría al final, más importante que el primero, puesto que devolvería al estado, la tranquilidad y la paz pública que tanto se añoran.