Poo le abre la puerta a Fernandito

Como dijera el tristemente célebre ex presidente Carlos Salinas de Gortari, “no se hagan bolas”, le diría yo a los priistas que buscan, rebuscan y le vuelven a buscar uno y mil pretextos a la candidatura de Fernando Yunes Márquez para alcalde de la ciudad de Veracruz.
No señores, no se engañen, al senador con licencia Fernando Yunes no lo va a hacer ganar su papá el gobernador, tampoco su hermano el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel, de los mismos apellidos, mucho menos el Partido Acción Nacional que lo postula ni su aliado el PRD.
Si son un poquito honestos, tan solo un poco, no les pido mucho, deben estar conscientes de que el mismo PRI le ha dado las herramientas a Fernandito y a muchos otros candidatos a alcaldes a lo largo y ancho del estado para que ganen de calle.
Sí, todos sabemos que el estigma de la desmesurada corrupción como la sombra de Javier Duarte le van a pesar a todos los candidatos del PRI, pero si a eso le agregamos el mal trabajo que han realizado ediles como Ramón Poo Gil, pues de plano el panorama se vuelve más sombrío.
Resulta muy lamentable que la ciudad de Veracruz, siendo quizá la más importante de todo el estado se encuentre con severos problemas de delincuencia, falta de inversiones, calles y avenidas destrozadas, alumbrado público deficiente, plantas de tratamiento de aguas residuales paradas desde hace años, estiaje, edificios del centro histórico cayéndose a pedazos.
No digo que no haya obras, sí las hay, pero son las menos y obras pequeñas para el tamaño de municipio que es Veracruz y para el tamaño del presupuesto de casi mil 500 millones de pesos que maneja, sin contar con los ingresos propios que se están generando por parquímetros, predial, comercio, etc.
Lo que realmente le preocupa a Ramón Poo no es perder la alcaldía, sino el hecho de que llegue un alcalde de oposición como Fernando Yunes y que realice una serie de auditorías a diversas áreas de la administración municipal que hagan brotar toda la porquería y malos manejos.
El temor es que llegue el hijo de Yunes Linares, el mismo que metió a la cárcel a Gerardo Poo Ulibarri, papá del hoy alcalde; a Porfirio Serrano Amador y al ex gobernador Dante Delgado Rannauro, quienes se pasaron una temporada en prisión y salieron, no por inocentes, sino por prescripción de los delitos y por cuestiones políticas.
Así pues, hay que ir poniendo los puntos sobre las íes y desde ahora ser muy claros, si después del 4 de junio de buscar culpables por la derrota en el municipio de Veracruz se trata, uno de los principales responsables será el propio alcalde, porque su gestión ha sido gris puesto que le vino grande, muy grande, la silla de presidente municipal. Veracruz necesitaba un hombre con más altura de miras, con mayor visión de futuro, honesto a toda prueba y con profundo amor a su tierra.
Priistas, no le busquen tanto, ni se hagan bolas, todo está muy clarito, excepto las playas jarochas en la víspera de Semana Santa.
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