Por el bien de nosotros ¡primero los cuates!

Una de los slogans más usuales del presidente López Obrador, aparte del no mentir, no robar, no traicionar, es el que dice: por el bien de todos, primero los pobres.

En Veracruz, el asunto es literal, es decir, solo son slogans.

Afirmamos lo anterior, porque no es posible que ante el cúmulo de errores cometidos por el gobierno estatal, nadie asuma los costos políticos. No somos ilusos y entendemos que el gobernador permanecerá en el cargo al menos dos años pero ¿y sus colaboradores?

En cualquier país medianamente democrático, el responsable de Salud Pública ya hubiera dimitido de darse una emergencia epidemiológica y protestas por la falta de quimioterapias para niños con cáncer.

Si tuvieran ética profesional, los responsables de Gobierno y de Seguridad Pública, no saldrían a festinar la ´paz pública’ que ellos aseveran se respira en la entidad, mínimo tendrían que haber comparecido en el Congreso local para explicar la problemática.

Todos estos personajes se escudan en la popularidad del tabasqueño y se rasgan las vestiduras, cuando hablan de una nueva forma de hacer las cosas y de su compromiso con los pobres. Pamplinas, son más de lo mismo y peor aún, son inexpertos.