Porque somos muy hombres

Por: Paco Contreras.
Ser hombre, es toda una trayectoria que inicia con el nacimiento de una persona que cuenta con características especificas en su composición corporal, esto determinará las formas en que será tratado, las actividades que se le permitirán y asignarán, así como las que le favorezcan y se espere que realice, dejando fuera todo aquello que no le genere confort y posicionamiento entre otros hombres, es así que los niños no se acercan a las actividades de niñas, puesto que se considera que las mujeres son débiles y dependientes.
Junto con estas ideas, se van sumando las que pretenden colocar a los hombres en una competencia constante que no tiene límites y que va fincando la forma de relacionarse entre hombres y también con las mujeres, no es de sorprender que sigamos utilizando la frase “conquista amorosa” para llamar al convencimiento de aquella mujer que nos acepta como pareja, es ahí donde las relaciones de se dotan de toda una idea de lucha en la que al final, hay un ganador.
Es verdad que a través de la lucha de las mujeres y de la incorporación de la visión feminista, se ha logrado llegar a una transformación de las estructuras sociales en la que las mujeres hoy en día cuentan con mayores oportunidades para el acceso a sus derechos y los hombres nos acercamos a cambios que favorecen las relaciones igualitarias, Sin embargo, aún hay un gran trecho por recorrer, una tarea pendiente que tenemos los hombres, es reconocer qué las formas tradicionales de masculinidad van perdiendo vigencia debido a la constante transformación social y que de perpetuarlas nos estamos resistiendo un proceso transformador que busca generar cambios en los elementos esenciales de toda sociedad, las personas.
En tanto los hombres no transformemos las ideas de supremacía, no seremos capaces de darnos cuenta del nivel de vulnerabilidad que tenemos, al ser parte de la especie humana, habrá que reconocer que las personas no contamos con superpoderes y aquello que nos parece extraordinario no es más que una habilidad o destreza que se adquirió con el pasar del tiempo y un constante compromiso de realizar dicha actividad, es el caso de las habilidades de las mujeres para atender una diversidad de actividades, en diferentes espacios que si bien lo aprendieron, con el paso del tiempo se ha convertido en una exigencia para ellas.
Los hombres ciertamente aprendemos con el pasar del tiempo que en nosotros recaen un gran número de expectativas que van determinando nuestro desarrollo y desempeño, al grado de convertirse en una carga excesiva que nos afecta profundamente, esto aunado al espíritu competitivo que han dicho que nos caracteriza, nos lleva a no confrontar y a querer demostrar que podemos con eso y más, porque somos muy hombres.
Definitivamente los procesos sociales encaminados a la construcción de la igualdad, nos ponen de frente con la posibilidad de generar nuevas formas de construir masculinidades en las que los hombres podemos sumarnos a actividades que antes se consideraban exclusivas para las mujeres y viceversa, esto no lo hemos logrado puesto que representa dejar ciertos privilegios que nos colocan en situaciones de comodidad, toda transformación tiene costo, es por eso que el acompañamiento es esencial, en la medida que los hombres construyamos diálogos y redescubramos nuevas formas de ser, podremos contribuir a la transformación y evolución social.