PRESA DEL CANIBALISMO EL “GRUPO POLÍTICO VERACRUZ”

Tanto en el ámbito local, como en el plano nacional, vivimos un “canibalismo político”, producto del triunfalismo de los ganadores de una elección y de la frustración y el desencanto de los derrotados; en todo caso el peligro de desestabilización acecha a todo el territorio nacional y en Veracruz lo vemos reflejado en la cámara local de diputados y en la persecución desenfrenada contra todos los ex colaboradores del gobernador prófugo doctor Javier Duarte de Ochoa, responsable único y principal de la derrota del PRI, después de noventa años de gobernar a la entidad jarocha; y por su parte no todo es triunfalismo en los ganadores, pues hay insatisfacción en quienes se frotaron las manos con el triunfo de los aliados PAN y PRD, porque ya creían tener asegurados los espacios políticos y administrativos, donde se trafica con influencias y negocios, y donde el mando superior, impide que las órdenes de los jefes no se discutan, sino que se cumplan al pie de la letra.

La desmoralización hace presa de aquellos que habiendo participado en las campañas, son excluidos de acceder al paraíso que para los políticos representa la nómina oficial. Los cambios inmediatos ordenados por un gobierno entrante, permiten descubrir un sinnúmero de beneficiarios del gobierno que concluyó y que carga con la derrota de su partido, donde los aviadores estuvieron presentes en las nóminas de todas las dependencias gubernamentales y que son los primeros en ser despedidos, a falta de su protector o del padrino que los benefició para firmar la nómina los días quince y treinta de cada mes, sin trabajar y sin pretexto alguno. Lo que faltaría es fincar las responsabilidades y cuantificar el monto total de las cantidades cobradas por los aviadores; y obligarlos a la reparación del daño patrimonial al estado, so pena de ser denunciados por fraude al patrimonio estatal y por enriquecimiento ilícito.

La disputa por el poder, implica para los vencedores el empoderamiento de los espacios políticos de la entidad, quienes en forma inmediata y por asepsia, están obligados a limpiar nóminas y despedir a los que le apostaron a la derrota y hoy lloran con desencanto y frustración, el no haber hecho lo necesario para ganar, reconociendo que pudieron hacer más de lo que realizaron en favor del candidato perdedor; los desterrados tendrán que unir sus lamentos a las protestas de los excluidos, quienes se la jugaron bien y creyéndose con un puesto asegurado, al término del reparto de posiciones, fueron olvidados por los nuevos depositarios del poder. Se salvan del peregrinar en la búsqueda de la nómina oficial, aquellos hombres y mujeres cuya preparación académica de excelencia, su talento y experiencia probada, resultan indispensables para la buena marcha de las instituciones, a las que llegaron los improvisados favorecidos por el candidato ganador; tales personajes pueden darse el lujo de rechazar cualquier invitación que no les convenga para trabajar en el Gobierno, puesto que la forma de hacer fortuna lícitamente y sin problemas, es trabajando en la iniciativa privada, donde únicamente se valora la productividad y la eficiencia.

Esas luchas internas en los grupos de poder, en vez de generar disputas ideológicas o doctrinarias, para buscar un nuevo rumbo que garantice la prosperidad de los gobernados; las más de las veces se convierten en feroces luchas, que desembocan en venganzas personales, que solo dan una satisfacción pasajera al vengador y un rencor permanente al agraviado y su familia. Lo mismo sucede en los tienta y dos Estados de la república y en el ámbito político nacional, donde cada partido político prepara sus cuadros para la elección de 2018; que pena que no exista en el estado de Veracruz un grupo político formado y reconocido como los que representan a otras regiones del país; por ejemplo el Grupo Atlacomulco, símbolo político del Estado de México, fundado por quien fuera gobernador del Edomex, Isidro Fabela, del que un discípulo triunfador y exitoso resulta ser el Presidente de la República licenciado Enrique Peña Nieto; grupo cohesionado que ha mantenido el poder y en su mayoría una militancia dentro del PRI, lo que ha permitido el desarrollo económico y por consiguiente ha elevado el bienestar colectivo social. El Grupo Chiapas, que se vio seriamente dañado al surgir el movimiento Zapatista encabezado por el subcomandante Marcos, pues tuvo que admitirse la intervención de un grupo de políticos de otras latitudes, para entablar mesas de negociación y firmar los acuerdos de paz. Ese grupo plural fue formado por Luis H. Álvarez, con el grado de comisionado por la paz en Chiapas; Adolfo Aguilar Zinser, Xochitl Gálvez, Rodolfo Elizondo, con exclusión de los chiapanecos, donde hay una diversidad de políticos enfrentados entre sí, aunque con trayectoria nacional como Jorge de la Vega Domínguez, Roberto Albores Guillen, Julio César Ruiz Ferro y Juan Carlos Bonifaz Trujillo entre otros. Llama la atención el grupo político formado por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, de donde salieron Manuel Camacho Solís, Ernesto Zedillo Ponce de León, Pedro Aspe Armella, Luis Donaldo Colosio y hasta el francés nacionalizado mexicano José María Córdoba Montoya. Del grupo de Salinas salió el tristemente asesinado Luis Donaldo Colosio, quien relevado por Ernesto Zedillo, este último constituyó el relevo presidencial del propio Carlos Salinas de Gortari.

Lamentable resulta para los veracruzanos, que en cada periodo electoral, al término de la contienda, en vez de conciliar intereses con los perdedores, se ejercen venganzas personales que solo lastiman y no conducen a nada que favorezca a la población, lo que impide que esas luchas, aún siendo del mismo partido los contendientes, no permitan la cohesión que se requiere para el reconocimiento y constitución del “Grupo Veracruz”, que por la importancia de la entidad y por el semillero de talentos nacidos en Veracruz, ocuparía un lugar preponderante en el ámbito político nacional. Que no se tome el triunfo como emblema de un canibalismo político, porque no hay que olvidar que “los carniceros de hoy, serán las reses de mañana”.