Primos Pablo y Edgar, presuntos ladrones de Casa de Moneda

De acuerdo con las indagatorias por el robo del martes pasado en la Casa de Moneda, los primos Édgar y Pablo Tenorio serían dos de los sujetos que ingresaron a la tienda ubicada en Paseo de la Reforma 295 para llevarse mil 567 centenarios de oro y una serie de relojes conmemorativos, todo con valor de más de 50 millones de pesos.

Según fuentes policiacas, los primos radican en la alcaldía de Iztapalapa y son parte de una banda que se conoce como Los Tenorios.

Además, se investiga a una mujer que habría participado en el atraco y que sería la pareja sentimental de uno de los primos.

En videos de las cámaras de seguridad de las instalaciones de la Casa de Moneda se observa que los delincuentes fueron directo por el botín.

Una de las líneas de investigación es que el sujeto que porta un audífono habría recibido indicaciones remotas para cometer el robo, pero también se indaga si los ladrones ya conocían con anterioridad los puntos precisos del sitio donde darían el golpe, pues en las imágenes se observa que el sujeto que porta una gorra llena una maleta con los artículos robados sin titubear, luego de que llegaron en el momento preciso cuando la bóveda estaba abierta.

Esta última hipótesis se fortalece dado que en la bóveda bajo un edificio de cinco pisos la recepción de telecomunicaciones se dificulta.

Familiares delataron a los que robaron la Casa de Moneda

La revisión que hicieron los investigadores de las imágenes captadas por cámaras de seguridad privadas, así como del C5 de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), a las que tuvieron acceso, permitió establecer que los delincuentes escaparon con rumbos distintos.

Dos se fueron en una moto de pista sobre Paseo de la Reforma, dieron vuelta en la calle Río Tíber, luego tomaron Circuito Interior hasta perderse en las inmediaciones de la colonia Verónica Anzures, en la alcaldía Miguel Hidalgo. Los otros cómplices huyeron en un auto compacto por una ruta distinta, pero aparentemente hacia el mismo punto.

Las autoridades federales sospechan que conocían el sistema de vigilancia de las cámaras del C5 o posiblemente tuvieron complicidad con alguien más, pues justo donde se reunieron y cambiaron de vehículo (en la Anzures) no hay cámaras de seguridad y la más cercana está descompuesta.

Ahí se les perdió el rastro a los atracadores. Sin embargo, luego de que se difundieran sus rostros, familiares de los implicados, bajo el argumento de no querer problemas con la autoridad, proporcionaron datos y detalles importantes de ellos.

Se sabe que son originarios de Iztapalapa y que uno de ellos cuenta con antecedentes penales, por lo que desde el martes en la tarde se implementaron operativos en el sur de la Ciudad para detenerlos, pero no han tenido éxito.