¡Qué bueno que no “renunciaron”!

El fin de semana se “renunciaron” y “designaron” a nuevos funcionarios en el gabinete de Cuitláhuac García Jiménez así como en el Congreso, donde ya hasta estaban “eligiendo” a nueva presidenta de la Junta de Coordinación Política… ¡vamos! sólo con los ánimos caldeados se pudiera pensar en ello, pero con la cabeza fría, simplemente no se puede considerar ninguna renuncia y mucho menos ningún cambio, más ante los últimos acontecimientos ocurridos en la telenovela de Jorge Winckler, que a todas luces es ya un fracaso de Morena. Entonces, ¿para qué sumar con “renuncias” y “cambios” más derrotas?

II

¡Qué bueno que no renuncia Eric Cisneros Burgos! Podría decir cualquier morenista con tres dedos de frente, pero no por evitar darle gusto a los romanos que pedían su cabeza… sino por el bien del Gobierno del Estado, o más bien por el Sistema en el Poder. Insisto: la batalla del pasado fin de semana es una derrota para Morena, por lo que mediáticamente no podía mandar otro mensaje de debilidad haciendo a un lado al que se supone, es el hombre que lleva el control político y la estabilidad del Gobierno en Veracruz… ahora, hay que aguantar vara y replantear la estrategia.

En el “replantear la estrategia” se pretende decir que si bien, para muchos analistas y observadores del acontecer político de Veracruz, Eric Cisneros está lejos de ser el puente entre Gobierno del Estado y el resto de los actores políticos en Veracruz, entonces debería entrar en acción otro que haga esa chamba mientras el oriundo de Otatitlán se dedica a lo suyo, que es el cuidado de las áreas verdes, camellones pintados, levantar muertos y lanzarle las bolas a Cuitláhuac… ¡en eso demuestra que es muy bueno!

III

Alguien me comentó que por allí ya ubicaban en la Junta de Coordinación Política a Rosalinda Galindo Silva en lugar de Juan Javier Gómez Cazarín… ¡más que una opción, parece un acto de desesperación! Tranquilos, morenos… apenas es una batalla perdida, un revés, no se “desmorena” el Imperio… digo: ¡desmorona! Gómez Cazarín tuvo su primera prueba de fuego este jueves y viernes y no le fue bien por las razones que usted quiera, pero la política como la vida, es así… a veces se pierde, a veces se gana… se insiste: es una batalla con bajas, que a estas alturas, para muchos, ya es una guerra perdida, pero todo dependiendo de los 19 diputados que anticiparon con su voto la conclusión de la telenovela Winckler… mientras, si vemos a Gómez Cazarín subiendo un video donde canta el popurrí chunchakero del Super Show de los Vaskez, es que todo indica que nada se mueve.

IV

Ahora, del otro lado, habrá que ver el comportamiento de los 19 diputados que cerraron filas para dar a conocer el sentido de su voto en contra al Juicio Político que se le pretende fincar al Fiscal Jorge Winckler Ortiz. Se quiera o no, siendo minoría, se ven más fuertes que la aplastante mayoría de la bancada de Morena en el Congreso local.

Tanto para un bando como para el otro, llovieron los ataques, los juicios y prejuicios; unos, hasta se dicen amenazados; otros, los señalaron de que fueron comprados. A quien le llovió duro fue a Gonzalo Guízar Valladares, a quien las huestes morenistas se le fueron con todo tachándolo de traidor –lo menos– al recordar su pasado priísta y panista… es normal, más cuando se tiene la creencia o la visión corta de que el partido es el que hace al político; lo cierto es que si estos 19 diputados se mantienen unidos de aquí hasta que se renueve la sesión extraordinaria, se consolidarán como fuerza legislativa, no sólo en Veracruz, sino a nivel nacional, y bien podría ser un ejemplo a seguir, una muestra de que la mayoría a veces no implica músculo y tampoco razón.

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