La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) planteó las cosas como son: de confirmarse que se suministró supuesta quimioterapia con agua destilada a niños con cáncer en Veracruz, esto deberá ser configurado como un crimen de Estado.
Esta organización no gubernamental señala que se trata de un acto de corrupción y desvío de recursos públicos que afecta directamente a niñas y niños, por lo cual llamaron a los afectados a presentar las denuncias correspondientes y al Gobierno del Estado a brindarles seguridad y apoyo, así como garantizar la atención con personal capacitado, medicamentos de calidad e instalaciones adecuadas.
“Es una obligación del Estado investigar toda la cadena de responsabilidades, lo cual obliga a considerar a las y los implicados –así como su conocimiento o no del fraude- en la compra y revisión de los medicamentos, su prescripción y aplicación, así como el seguimiento al niño o niña a quien fue suministrado”, puntualizó la REDIM.
Sin duda el tema da para mucho más, por toda la cadena de complicidades implícita en estos actos, que de ninguna manera pueden quedar impunes. Eso también sería un crimen.
