Lo que nadie hubiera imaginado hace apenas un lustro, ocurrió: el entretenimiento digital en casa, amparado por las plataformas de streaming, como Netflix y Amazon, es el nuevo rey del mundo.
De acuerdo con la Motion Picture Association of America (MPAA), en 2018 el gasto de los consumidores en la casas de series como Stranger Things y The Marvelous Mrs. Maisel significó 42.6 mil millones de dólares a nivel global.
Aunque no ha dejado de crecer, la suma de la taquilla internacional en cines fue de 41.1 mil millones de billetes verdes. Es la primera vez que ocurre: la gente pagó más por disfrutar contenido en su casa que desde una butaca.
El crecimiento es brutal, porque apenas en 2014 el consumo de entretenimiento digital era de 15.8 mil millones de dólares y el de cines, de 36.4 mil millones.
Productor y actor ganador del Óscar, Leonardo DiCaprio deseó que la experiencia cinematográfica comunitaria de asistir a las salas jamás desaparezca, y calificó el streaming como algo “inevitable”.
“Lo único preocupante (con el streaming) es la cantidad de contenido, de información. Nadie puede estar actualizado hoy en películas. Antes se podía seguir hablando años de una película. Ahora, de inmediato piensas en qué sigue . Espero que algunos contenidos perduren dentro de esta innovación”, dijo el astro en un encuentro con Gente.
La MPAA, que representa a los estudios más poderosos de Hollywood, y ahora también a Netflix, miró con cautela los números y consideró que no hay un desplazamiento de modelos.
“El streaming no es exclusivo de películas sino de otros contenidos audiovisuales como deportes, stand ups, conciertos y, principalmente, series; así que el streaming es más versátil y por lo mismo sus ingresos representan un incremento tan notable”, explicó la MPAA, en un correo electrónico.
El año pasado cerró con 613.3 millones de suscriptores a servicios de entretenimiento digital. La cifra sobrepasó, también por vez primera, a la cantidad de suscriptores de TV por cable: 556 millones.
Parece no haber quién pare el asalto de las plataformas. A inicios de año, The Economist informó que Netflix hizo una inversión de 13 mil millones de dólares en su programación original.
Se trata de un monto mucho mayor que el gasto en contenido de cualquier gran estudio o compañía televisiva hollywoodense.
Como el pastel es muy suculento, este año inició la verdadera guerra del streaming para destronar a Netflix: colosos como Disney+, Apple TV+ y HBO Max, a punto de entrar a escena, velan sus armas.
