Reforma electoral de Morena, un retroceso de 30 años: Murayama

El consejero del Instituto Nacional Electoral (INE) Ciro Murayama es claro: hay una situación de alerta, pues la idea de ahorrar a costa de deconstruir el sistema electoral, como proponen algunos legisladores en el Congreso, en su mayoría de Morena, es un retroceso de 30 años y el primer paso en contra del pacto federal.

“Esta es [el INE] una inversión en ciudadanía. Quien diga que es más importante ahorrar que garantizar derechos es un economicista ultra neoliberal”, acusa.

“Sería un error perder derechos políticos ya conquistados, por un recorte”, sostiene.

Desaparecer los OPL, los 300 órganos distritales; correr a los vocales del INE, eliminar al Consejo General y reactivarlo sólo cada tres años, como plantea Morena, sería “dinamitar la profesionalización” que es una de las garantías de elecciones confiables, dice a EL UNIVERSAL el presidente de la Comisión del Servicio Profesional Electoral Nacional (SPEN) del INE. Si cada tres años el personal va a perder su trabajo, entonces servirá a quien le garantice empleo; impedir esa ecuación es la razón de ser de una estructura permanente y eso es lo que va a defender ante una eventual reforma electoral, anticipa.

Cubrirán plazas del SPEN del INE, ¿es compatible con la reforma electoral en debate?

—Sí. Si el INE puede hacer elecciones bien hechas es porque tiene un SPEN. La profesionalización es la garantía de elecciones genuinas y de la autonomía del INE, pues su personal debe su cargo a sus méritos, conocimientos en concursos públicos y no a compadrazgos o cercanías políticas.

Nuestros vocales saben que puede perder el partido en el gobierno y ellos no van a perder su trabajo, y eso es lo que ha permitido tres alternancias en el gobierno en lo que va del siglo. Hoy hay quien dice que el INE debe aparecer sólo cada tres años. Esa idea de ahorrar desmantelando la estructura del INE muestra que alguien no está valorando la profesionalización.

Antes del IFE no había estructura permanente que hiciera elecciones y el gobierno las controlaba. Si no queremos regresar a eso no se debe desprofesionalizar al INE, sería restarle autonomía. Y estamos en un riesgo. La deconstrucción de la democracia puede pasar por la destrucción de la profesionalización del INE. Una alerta para los legisladores, para los partidos, para la sociedad.

Ahorrar despidiendo a los trabajadores permanentes imparciales del INE es retroceder más de 30 años, es volver a las épocas de la Comisión Federal Electoral (CFE) de Gobernación. Habría empleados eventuales cuyo trabajo se va a acabar apenas termine la elección, y si tienen que buscar trabajo lo harán con quienes tengan posibilidad de repartir cargos.

¿Quien usó la escalera de la democracia en 2018 ya que accedió al poder quiere dinamitarla?

—No es una escalera, es una estructura, y lo que fue útil frente al PRI y frente al PAN es útil frente a Morena. El diseño constitucional democrático no es por si gobierna el tricolor, los azules o los guindas, es para dar garantías a los ciudadanos de que van a tener los representantes y gobernantes que ellos quieran y también que los puedan remover.

Esa garantía fue útil con el PRI, con el PAN y con Morena es necesaria. No es cierto que porque llegaron unos los controles democráticos sobran, no.

Derechos políticos, el voto libre y secreto, la equidad en la contienda y una autoridad electoral autónoma son los pilares que han permitido alternancias y que hayan llegado al poder el PRI, la derecha y quien reivindica banderas de izquierda, pero ha sido una construcción lenta y frágil que hay que cuidar.

Al INE no nos importa quién gobierne, no somos oposición, somos autónomos, y los trabajadores del INE no son empleados de gobierno. Esa estructura la vamos a renovar con concursos públicos de oposición, eso oxigena la autonomía.

¿Cuál es el costo de este SPEN?, se dice que cuesta mucho. ¿Y qué va a pasar con los derechos adquiridos si se elimina?

—Bueno, si a la gente le quitan su trabajo las leyes protegen. Sería carísimo despedir gente. Pero gracias a 5 mil trabajadores del INE todos tenemos gratuitamente credencial para votar.

Si desconstruimos eso nos quedamos sin padrón y le quitamos la credencial. Aquí, el indígena más pobre tiene una credencial igual que el empresario más adinerado.

El INE no discrimina, no cobra. Esta es una inversión en ciudadanía, quien diga que es más importante ahorrar que garantizar derechos es un economicista ultra neoliberal. Quien dijo “el problema es el gobierno” fue Ronald Reagan; quien dice “antes el recorte que los derechos, antes ahorrar en vacunas que prevenir enfermedades” han sido los gobiernos despóticos.

Si México quiere ser una nación con mínima cohesión social debe poner por delante los derechos. Nos faltan los derechos sociales y económicos, pero los derechos políticos ya los tenemos, sería un error perderlos por un recorte, cuando además el INE cuesta menos de 20 centavos de cada 100 pesos del presupuesto público.

Si le quitamos los recursos al INE se destruiría la democracia sin ganar equidad social ni desarrollo económico, porque con esos recursos no se podría cambiar ninguna otra realidad, ni la social.

El INE cuesta una cuarta parte del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, un programa que se les acaba de ocurrir y que se puede desarrollar, y el INE no obstaculiza.

¿Es factible, en ánimo de hacer más con menos, desaparecer los Organismos Públicos Locales (OPL) y sustituirlos con los consejos locales del INE?

—Sería un profundo error seguir cargando atribuciones al INE y lo encarecerá. En 2014 se dijo que la reforma era para abaratar el costo de las elecciones y las encareció, porque las consignas políticas de coyuntura sin análisis técnico acaban revirtiéndose.