Respaldar a AMLO, para no pensar que “estábamos mejor, cuando estábamos peor”

Bienvenido el maestro Mauricio Merino, investigador del CIDE, Coordinador General del programa interdisciplinario de rendición de cuentas de dicho centro, cuya disertación sirvió para comprender lo difícil que resulta acabar con la corrupción y los viejos vicios heredados de gobiernos pasados, pues los intereses creados por los beneficiarios del viejo régimen se resisten a desaparecer, a pesar de los buenos propósitos y la voluntad política del Presidente López Obrador y del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez.

El clamor de la población, no solo en el estado de Veracruz, sino en toda la nación, exige a sus gobernantes abolir todo acto de corrupción gubernamental, para que la administración pública cumpla sus propósitos de un buen gobierno que garantice la seguridad ciudadana de los mexicanos.

Flaco favor le hace a nuestro estado, el señalamiento de la presidenta de la organización Alto al Secuestro, Isabel Miranda de Wallace, cuando afirma que en el transcurso de este año, se cometieron 190 secuestros en la entidad, lo que ha hecho que Veracruz ocupe el primer lugar nacional y que duplique al número de secuestros ocurridos en los estados de México y Puebla. Con esas estadísticas no queda más que insistir a los legisladores de todos los partidos políticos, para que apresuren la aprobación de la ley que establece y regula la Guardia Nacional.

Y es que la Guardia Nacional vendrá a cumplir la urgente tarea de dar seguridad pública en las 32 entidades federativas y garantizará el valor fundamental del ser humano, que es la vida en primerísimo lugar, la libertad, la integridad y el patrimonio personal y familiar de las personas.

Resulta urgente preservar la paz pública y será la principal tarea de la Guardia Nacional, de las fuerzas de Seguridad, Defensa Nacional y Marina, a las que se sumarán elementos de la Policia Federal y de seguridad pública de los estados.

La discusión sobre la dirección del nuevo organismo, que ha generado una bipolaridad entre quienes insisten en que sea un civil o un mando militar retirado, para garantizar que el ejército regrese a sus cuarteles y se concrete a las atribuciones que le otorga el artículo 76, Fracción IV de la Constitución en relación con el numeral 89, Fracción VI de la Carta Magna, es lo correcto;
sin embargo, lo urgente resulta ser garantizar a los ciudadanos la vida, la libertad, el patrimonio y los derechos humanos en general.