Revolucionemos el mundo, con la mente y el corazón

¿Qué significa una revolución? Según Wikipedia, del latín revolutio, “una vuelta” es un cambio social fundamental en la estructura de poder o la organización que toma lugar en un periodo relativamente corto o largo dependiendo de la estructura de la misma. En la mayoría de los países que se ha generado una revolución, ha sido el parte aguas en su historia. De igual manera, una revolución en la vida de cualquier persona, representa un cambio significativo, tanto en la forma de pensar como de actuar.

Comúnmente, utilizamos la acepción de la palabra revolución, “revolucionado”, para referirnos a alguien que está actuando de manera distinta a su normalidad, quizás con más energía, vigor, fuerza, rapidez, o simplemente, hace cosas extraordinarias a su vida común, tal como se ejemplifica en la película argentina-española “Elsa y Fred” protagonizada por China Zorrilla y Manuel Alexandre, donde Elsa, anima a Fred para hacer algunos cambios en sus hábitos alimenticios, de salud, contagiándolo de vitalidad, impulso, ganas, incluyendo el dejar de tomar algunos medicamentos que no eran tan necesarios para él; entonces la hija de Fred, sorprendida por todo éste cambio, un día le pregunta: papá pero ¿qué está pasando, qué es todo esto, qué es toda ésta revolución? ¿Te estas dejando morir? Entonces Fred, le contesta: me estoy dejando vivir.

Cuando un niño consume más azúcar de lo normal, comiendo demasiados dulces, chocolates, alimentos de alta densidad calórica, le dan más energía debido al consumo en exceso de calorías, dándole una energía casi explosiva, quienes son padres saben perfectamente de que estoy halando, je, je, je; como cuando mi hijo se quedó con su abuela, y al regresar a casa parecía revolucionado por tanta azúcar, dando brincos, saltos, corriendo de un lado para otro, por toda la casa sin para, eran casi las 10:00 de la noche, y le preguntó: ¿qué comiste con tu abuelita hijito? Me contesta alzando las cejas: un chocomilk y un sándwich de la lechera! Yo: Uf!

Ahora quisiera invitarlo a hacer una reflexión, si todos actuáramos de esa forma para hacer el bien a los demás, si todos hiciéramos una buena acción, una obra de misericordia, un acto de amor. No recuerdo quien dijo ésta frase: “Si todos hiciéramos una buena obra todos los días, causaríamos una revolución en el mundo.” La madre Teresa de Calcuta dijo: “La revolución del amor comienza con una sonrisa, Sonríe cinco veces al día a quien en realidad no quisieras sonreír. Debes hacerlo por la paz”.

Revolucionemos al mundo, con la mente y el corazón, con un deseo genuino de hacer el bien sin mirar a quien, aunque el proceso sea un poco lento y el resultado no sea inmediato, con el tiempo veremos los frutos de nuestra perseverancia, tal como está plasmado en una hermosa promesa de Dios que se encuentra en la Biblia en el libro de Gálatas capítulo 6 versículo 9 que dice: “No nos cansemos pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”